El sacrificio innecesario de Colo Colo: ¡se fue vendado del estadio!
Emiliano Amor continúa con problemas físicos. La situación quedó en evidencia ante River y así lo manifestó el propio Gustavo Quinteros: “A veces juega infiltrado”.
Emiliano Amor no podía seguir jugando en el Monumental de Buenos Aires. El defensa de Colo Colo, que ha estado con molestias físicas en el último mes, evidenció un claro desgaste en los últimos 30 minutos del partido ante River Plate. Una desventaja en Copa Libertadores y un riesgo innecesario.
Antes de los 65 minutos, Amor ya había tenido problemas en la zona defensiva. Enzo Fernández y Emanuel Mammana estuvieron cerca de marcar tras jugadas en las que el ex Vélez estuvo involucrado. La actuación de Brayan Cortés evitó otro desastre.
Sin embargo, en el minuto 67, Amor no pudo controlar el balón en el mediocampo y Nicolás de Cruz inició un contragolpe. Esa jugada del uruguayo, que dejó al defensa cojeando y muy atrás, terminó en el tanto de Ezequiel Barco. El jugador de Colo Colo se inclinó y se llevó las manos a las rodillas. Parecía muy cansado.
Pese a los múltiples gestos de agotamiento, el central continuó en la cancha. Cuando faltaban siete minutos recibió la pelota en el área chica de River Plate, pero tampoco pudo controlar. Para volver, recorrió toda la cancha igual de afectado físicamente. Su continuidad ya era inexplicable.
Gustavo Quinteros optó por reemplazarlo a falta de tres minutos para el final. Mientras Daniel Gutiérrez ingresó en su lugar, el argentino recibió ayuda del equipo médico. Tras el pitazo, se retiró de la cancha con el pie izquierdo vendado.
“Emiliano Amor no está entrenando normal... está tocado. Se cuida para los partidos y a veces juega infiltrado. Hay que hablar los médicos y preparadores físicos”, reconoció el DT después del encuentro. El tardío cambio se entiende menos.
