“Era chistoso, porque iba a entrenar con ropa de colegio y en el club me tiraban tallas”

De vez en cuando, alguna figura joven sorprende con buenas e inesperadas apariciones en el Ascenso. Así aconteció con Juan Pablo Cisternas, arquero de Antofagasta con sólo 21 años. Ya suma cinco partidos en la titularidad y tomó el relevo tras la salida de Fabián Cerda, aunque desde ahora luchará por el puesto con Zacarías López. La gran promesa del club nortino dialogó con AS luego del reinicio del Campeonato 2024.

“Soy nacido y criado en esta ciudad, mis papás también son de acá. Es especial lo que me está pasando, me formé en Deportes Antofagasta y ahora estar peleando por el ascenso es maravilloso”, sostuvo Cisternas.

- No es habitual la titularidad de un arquero joven, incluso en el Ascenso…

- Sí, pero ya se ve en algunos equipos. Al primero que vi fue Tomás Ahumada, en Audax. También pasó con Jaime Vargas en Recoleta y ahora está el chico que llegó este año (Sáez). Siento que esto es gracias al trabajo que he hecho en años, me subieron al primer equipo a los 14 años. Me pulí con cada arquero que fue llegando al club. Me aportaban en el juego con los pies, las atajadas, el juego aéreo y el liderazgo.

- ¿Cómo fue eso de llegar al primer equipo siendo todavía adolescente?

- Estaba en primero medio. Hice la pretemporada, pero volví a cadetes para seguir en el liceo. Después, a mitad de año dijeron que me querían definitivamente en el plantel, como cuarto arquero para empezar a pulirme. Recuerdo que ese año llegó (Nicolás) Larcamón e incluso me llevó a la banca en un partido de la Copa Chile contra San Marcos. Fue una gran experiencia.

- ¿Qué tal relacionarse prontamente con futbolistas profesionales?

- Me fui nutriendo de todos ellos. Cuando uno es más chico, se queda hasta el final en los entrenamientos cuando los compañeros quieren hace remates o practicar tiros libres. Hoy día valoro mucho eso, siento que esos momentos de apoyo a los compañeros me están ayudando para estar atajando.

- ¿De qué manera se organizó para seguir estudiando durante toda la enseñanza media?

- Mi colegio, Netland School, me dio todas las facilidades y mi familia me ayudó siempre en el sueño de ser futbolista. Iba a entrenar en las mañanas y cuando terminaba me tenía que ir al colegio. Era chistoso, porque tenía que ir a entrenar con ropa escolar y después me iba en la micro al colegio. Mis compañeros me tiraban tallas, porque para ellos el uniforme era feo. Para mí era normal.

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- ¿Hoy está dedicado sólo al fútbol?

- Sí, quiero lograr grandes cosas. Es difícil a mi edad agarrar un arco, es una gran responsabilidad ser el arquero de un equipo de la B. Quiero afiatarme y consolidarme, por eso estoy 100 por ciento enfocado en ser el arquero de Deportes Antofagasta.

- La responsabilidad es grande…

- Lo tengo claro, pero si uno es responsable y es trabajador, siempre le va bien en la vida. Uno tiene que ser centrado en sus cosas y al final estoy luchando por algo que soñé siempre, desde los 14 años. Vi a los compañeros que estaban en el arco y me veía atajando en un momento. Hay que tener paciencia, porque sólo juega un arquero.

- Dijo que es nacido y criado en la ciudad. ¿Ha cambiado la forma como la ve gente ahora allá?

- Siente que le gente me apoya y también mi familia. Ellos siempre están y me alegra mucho ver que me siguen cuando me toca jugar. Mis vecinos y los familiares también me apoyan. Sí, siento que ha cambiado un poco la situación.

- ¿Qué le gustaría hacer más adelante en su carrera?

- Quiero consolidarme en el arco de Deportes Antofagasta, ascender con el club y luego estar abierto a nuevas experiencias. Podría ser llegar a Santiago, ir al extranjero o pasar por la Selección. Esas son mis expectativas, pero lo primero que tengo que hacer es consolidarme. Quiero conseguir el ascenso, estar en Primera. Acá dicen que, después de muchos años, soy el primer arquero nacido en Antofagasta que está jugando en el primer equipo.

- ¿Es una satisfacción especial entonces?

- Sí, es una alegría porque además soy formado en el club. Eso habla bien de lo que quiso hacer la gente del club conmigo. Con Robert Prieto, que era el preparador de arqueros de antes, ya estaban buscando un arquero del club. Confiaron en mí y siento que di lo mejor. Ha sido un gran esfuerzo y, después de ocho años, por fin pude agarrar un arco en el profesionalismo. Ha sido harto sacrificio y se están empezando a dar los frutos.

- Brayan Cortés es nortino como usted y llegó a Colo Colo y la Selección. ¿Le gustaría lograr algo parecido?

- Sí, él es un ejemplo a seguir, aunque a veces hay rivalidades futbolísticas entre las ciudades del norte.