Era tenista: el día que Colo Colo descubrió a Gabriel Suazo
El actual capitán de Colo Colo defendía a la Escuela Colo Colo Cordillera: “Tenía condiciones diferentes y lo mandamos a cadetes”, recuerda Lizardo Garrido.
“Él es Colo Colo y merece respeto”. La frase de Claudio Rojas, actual DT de Fernández Vial y ex entrenador del fútbol joven en el Monumental, refleja la relación entre Gabriel Suazo y su institución. Ligado desde los ocho años e hincha desde pequeño, el lateral izquierdo se ganó un espacio con esfuerzo y perseverancia.
Hoy, Suazo es titular, se consolidó como capitán de Colo Colo y llegó a disputar Eliminatorias con la selección chilena. Sin embargo, 16 años atrás, el futbolista recién comenzaba su sueño, en la escuela Colo Colo Cordillera de Las Vizcachas.
Como todos los años, Lizardo Garrido, jefe de captación, organizó el campeonato interescuelas: “A ese torneo iban todas las de Santiago, más la de Rancagua y La Calera. La final se jugaba en la cancha 2 del Monumental”, cuenta el ‘Chano’ en AS. El equipo de Suazo llegó a la definición por el título ante Colo Colo Monumental.
Ese día, Garrido fue alertado sobre un pequeño futbolista a tener en cuenta: “Hay sello: si un jugador es distinto, es enviado a cadetes inmediatamente. Eso pasó con Suazo. Él tenía condiciones diferentes al resto y decidimos incorporarlo”, relata el campeón de América, quien se contactó con el padre de Gabriel Suazo.
En ese entonces, el pequeño Suazo se debatía si ser futbolista o tenista. Él mismo lo contó en una antigua entrevista con el sitio web oficial de Colo Colo: “Para mi cumpleaños de ese año, yo había pedido todo lo necesario para el tenis: raqueta, pelotas, poleras y zapatilla”. El llamado de Garrido fue determinante.
Así, Suazo comenzó una extensa ruta que lo transformó en referente de Colo Colo. Ganó títulos en cadetes, viajó al extranjero, aprendió de los errores y tomó protagonismo. Lizardo Garrido lo valora: “Es un orgullo. Suazo siempre va de frente, arenga al resto, llora... es una persona que se identifica con el club y la gente”.
“Cuando lo criticaban, salí a defenderlo porque lo colocaban en otra posición y era normal que le costara. Hoy nadie tiene dudas de que es el lateral izquierdo de la Selección y cuando lo veo, siento que estamos frente a un jugador con mucho campo para crecer”, cierra Garrido, quien hace más de una década se la jugó por ‘fichar’ al niño que hoy lidera al club más ganador de Chile.