Jorge Sampaoli reaparece y le envía un mensaje a los chilenos: como nunca antes lo leíste
El entrenador recordó la primera Copa América ganada por la Roja: “Yo fui un privilegiado de compartir los días con esa generación... Era un grupo rebelde”.


Este viernes se cumple una década del primer título de Copa América de la selección chilena, y Jorge Sampaoli, entrenador de aquel equipo, decidió publicar una emotiva carta en su perfil de Instagram para recordar el suceso, bajo el lema ‘a 10 años de la gloria’.
“Nunca, o casi nunca, toca coincidir con un hecho que marca la historia de un país. Pienso en ese día y me sale la palabra imposible. Quizás, me lleve toda una vida comprender lo que pasó. Era tan proporcional el sueño como la mirada de que parecía imposible. Hacía falta un argumento de rebelión. O más que eso”, partió escribiendo.
“Siento que el fútbol siempre es fútbol, pero ahí había algo más. Algo que incluso me escapaba como entrenador. O me atravesó. Porque el hecho es que la búsqueda de un título acompañó a un país a saber que, más allá de las dificultades o las diferencias, la unidad puede romper cualquier barrera”, agregó el director técnico, quien hoy se encuentra libre, tras su paso por el Stade Rennes de Francia.
Lee el resto de la carta a continuación:
Mi carrera cambió por completo. La forma de jugar generó una admiración en todo el mundo. Pero no era mío. Lejos de eso, siento que había cambiado la mirada sobre el pueblo chileno. Veía nuestras jugadas en eventos de todo el planeta y me emocionaba. Yo fui un privilegiado de compartir los días con esa generación. Un grupo rebelde de jugadores top que tenían una capacidad de valentía muy elevada. Aun me siento compañero de ellos.
Recuerdo con emoción cada detalle. Es como que cada vez que íbamos a salir a la cancha yo sabía que el equipo se iba a plantar. El vestuario tenía ese aire de que iban a dar la cara. A ese grupo no le importaba a quién tuviera delante. Fuera quien fuera iban a llevarse puesto al rival.
Al final, todo era abrazos. Todos esos días eran de un pueblo que se abrazaba en la calle. Una emoción tan desbordante como hermosa. El equipo lo había generado. El pueblo lo había construido.
Haberlo visto desde tan cerca es un privilegio que me regaló la vida. La enseñanza me quedó para siempre. Nunca hay que olvidarse que detrás de cualquier imposible hace falta una rebeldía para cambiarlo.
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