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ENTREVISTA AS

La gran figura que amargó a la U: “Me probé en varios clubes y no quedé en ninguno”

Rodrigo Formento destacó en el triunfo de Coquimbo ante los azules. En diálogo con As, repasa su ascenso al profesionalismo, su convocatoria a la Selección y revela que estuvo cerca del retiro.

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La gran figura que amargó a la U: “Me probé en varios clubes y no quedé en ninguno”

El uruguayo Rodrigo Formento (22) es uno de los porteros más destacados del actual Torneo Nacional. De hecho, el guardametas de Coquimbo Unido es quien registra un mayor número de atajadas (37) según estadísticas de Sofascore, y el fin de semana pasado tuvo su actuación consagratoria. Ante la U, el oriundo de Montevideo se vistió de héroe y tuvo tapadas notables para mantener su arco en cero, en un duelo que el ‘Pirata’ terminaría ganando sobre el final.

“Fue un partido que tuvo una connotación distinta, un condimento extra a los demás partidos. No solo por el rival, sino también por la situación en la que veníamos: volviendo a jugar de local, con nuestra gente, ante un equipo grande y peleando abajo en la tabla. Uno quiere prepararse siempre de la mejor manera, pero en estos partidos hay una ansiedad previa. Después jugando ya se va. Creo que la previa al partido fue diferente”, confiesa el ‘charrúa’, en diálogo con As.

- ¿Le gusta jugar esta clase de partidos ante clubes grandes?

- Siendo sincero, sí, me encantan. Y en la gran mayoría de esos partidos me ha ido bien. En Uruguay, cuando jugaba en Progreso, me fue bien contra los grandes. Peñarol y Nacional te meten, no sé, 40 mil personas en el estadio, el marco de público es impresionante, y eso a mí me gusta. Intento disfrutar esa clase de partidos. Y nosotros queremos jugar fútbol por esto, ¿no? Por todo lo que se vive en partidos así. No poder escuchar a tus compañeros por los cánticos del público es algo especial, y se vive así, de forma especial.

- ¿Cree que este pudo ser el envión que necesita Coquimbo para zafar de la parte baja?

- Y esperemos que sí, es lo que más queremos. Si ves los partidos de Coquimbo, nos ha faltado un golpe de suerte, hemos cometido errores pequeños que nos han costado muy caros. Por merecimientos, la verdad es que no deberíamos estar ahí donde estamos. Este partido puede ser bisagra, y ojalá que a partir de ahora podamos seguir concretando resultados positivos.

- ¿Han hablado sobre la situación difícil que atraviesan? ¿Se aconsejan?

- Hablamos, como grupo, y siempre el mensaje es creer en nuestro trabajo, creer en nosotros mismos. Si uno va a los entrenamientos y ve la forma en que jugamos, nos entregamos al máximo todos los días. Y si estamos dando el 100% y no nos alcanza, entonces habrá que dar el 110%.

- ¿Cómo ha resultado su adaptación al fútbol chileno?

- Respecto al club, me han tratado muy bien, me siento muy cómodo. En lo deportivo ha sido un cambio grande, porque el fútbol chileno es más técnico, de mayor ataque; en Uruguay no, es más posicional, más táctico. Hay que adaptarse. Acá he mejorado mi juego de pies, que en Uruguay no lo utilizaba demasiado, no era una de mis armas. Acá lo he perfeccionado. Y tengo que seguir así, mejorando.

“Cano es un histórico, siempre lo va a ser. Pero la realidad es que hoy no está. Yo soy Rodrigo Formento y vengo a hacer lo mío. A Matías no sé si alguien lo superará o lo igualará”

Rodrigo Formento, sobre ser el sustituto de Matías Cano

- Le tocó reemplazar a Matías Cano. ¿Ha sentido ese peso de sustituir a un referente?

- Mmm, sí y no. Hay una mochila, pero la verdad es que no sentí el peso, porque no es una mochila que me ponga yo, sino que está impuesta por el hincha, y está bien, porque él es un histórico, siempre lo va a ser. La realidad es que hoy no está, y yo no soy Matías Cano, soy Rodrigo Formento y vengo a hacer lo mío. A dejarlo todo, a hacerlo lo mejor posible. A Matías no sé si alguien lo igualará, o si alguien superará lo que hizo. Yo solo intento trabajar, mejorar y perfeccionarme. Ser el mejor dentro de la cancha.

- ¿Qué fue lo que le sedujo de Coquimbo Unido?

- Yo ya venía de tres años jugando en Uruguay. Creía que necesitaba un cambio de aire, conocer nuevas experiencias, vivir un nuevo fútbol, perfeccionarme como deportista y persona. Ahí surgió lo de Coquimbo y no lo dudé, porque las referencias fueron muy buenas. Hablé con Sergio Felipe, que estuvo el año pasado, y me dijo cómo se trabajaba, cómo era la infraestructura, que había herramientas, y para un joven como yo eso es importante. También me comentó cómo era la ciudad. Estoy muy agradecido con él.

- ¿Hay algo que extrañe del día a día en Uruguay? Considerando que es su primera aventura fuera de su país.

- Lo que más extraño es estar cerca de mi familia, de mis amigos, juntarnos a tomar unos mates y charlar. Pero estoy contento donde estoy, de verdad quiero aprovechar esta oportunidad. No me pienso ir de acá, por lo menos en un buen tiempo.

- ¿Qué metas se traza con Coquimbo?

- Primero, grupalmente es mantener la categoría y clasificarnos a una copa internacional, y creo que es viable, eh, no es una locura lo que te digo. Y después, en lo personal, me gustaría hacerlo bien para que Coquimbo use mi cláusula de compra, y quedarme muchos años en el fútbol chileno.

Rodrigo Formento, en el encuentro ante Universidad de Chile.
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Rodrigo Formento, en el encuentro ante Universidad de Chile.HERNAN CONTRERAS/PHOTOSPORT

“Si no quedo acá, voy a dejar el fútbol”

Para Formento, su trayecto hacia el profesionalismo no fue fácil. De hecho, estuvo muy cerca de dejar el fútbol cuando apenas tenía 16 años. No obstante, como él mismo se describe, fue “cabeza dura”. Una persistencia que le valió, incluso, ser nominado más tarde a la Selección de Uruguay, hasta donde quiere regresar. “Los sueños se van renovando año a año. Quiero que se me dé la chance”, adelanta.

- ¿Cuándo comenzó a jugar fútbol?

- Prácticamente al año ya jugaba con el balón. A los tres años fue el primer indicio de que quería dedicarme al fútbol: fui a probarme a un club, Fénix, y ahí jugué. Yo partí en la cancha, no atajaba (ríe). Cuando faltaba el arquero me ponían a mí, porque decían que era guapo, que iba para adelante. Después fui a Wanderers a los cuatro años, donde necesitaban un golero, y ahí me quedé. Seguí de largo todas las juveniles.

“Me fui a probar a varios equipos y no quedé en ninguno. Se me presentó una última oportunidad. Le había dicho a mi papá ‘si no quedo acá, me voy a dedicar a estudiar’”

Rodrigo Formento, sobre la ocasión en que estuvo cerca del retiro

- ¿Y cómo llegó a Club Atlético Cerro? Ahí debutó.

- Es que, en 2016, en Wanderers me di cuenta que no iba a tener minutos, así que me fui a probar a varios equipos, y no quedé en ninguno. Faltaba apenas una semana y media para el cierre del libro de pases, y se me presentó una última oportunidad. Ahí apareció Club Atlético Cerro. Yo le había dicho a mi papá “si no quedo acá, voy a dejar el fútbol, y me voy a dedicar a estudiar”. La verdad es que me iba bien en el colegio. Pero me probé, quedé y me ficharon.

- ¿Siempre quiso ser futbolista? Habría sido un duro golpe tener que dejar la actividad, ¿no?

- Sí, siempre. Y mi familia hoy me lo recuerda: “A los 4 años ya decías que querías ser jugador”. A mí no me importaba ni el equipo ni la categoría, solo que me pagaran por jugar al fútbol, que fuese mi trabajo, y gracias a Dios lo conseguí.

- ¿Y a qué se habría dedicado si no se presentaba esa opción en Cerro?

- Yo hice unos años de facultad en Licenciatura en Educación Física, pero lo cierto es que siempre me gustaron los números, yo creo que me habría dedicado a la contabilidad o algo por el estilo.

- ¿Cómo recuerda las inferiores en Cerro?

- Fue durísimo, mucho sacrificio, acompañado de estudio, de viajes largos. Mi familia siempre acompañando, pero fue complicado, porque Cerro es un club muy humilde, las herramientas que tenía eran las básicas. Yo soy un agradecido por todo el aprendizaje que tuve ahí, y creo que si no pasaba por ahí no habría llegado a ser lo que hoy soy. Le saqué máximo provecho a esa etapa en juveniles.

“Pasé por un montón de obstáculos. Pero con convicción lo saqué adelante. Fui cabeza dura. Me di tantas veces contra la pared que la pude romper”

Rodrigo Formento

- ¿Pasó muchos obstáculos hasta llegar al profesionalismo?

- Sí, no te haces una idea cuántos. Un montón de obstáculos. Las lesiones cuando eres chico, pasar por momentos malos, que quizás muchos equipos no te quieran, es durísimo eso. Pero con la convicción que tenía lo saqué adelante. Fui cabeza dura. Me decía “lo voy a lograr, y si no llego, al menos hice todo lo que estaba a mi alcance”. Me di tantas veces contra la pared que la pude romper, y aquí estoy.

- ¿Le costó la transición de jugador juvenil a profesional?

- Yo a partir de los 16 años comencé a subir a primera, en Cerro, subía a entrenar, pero jugaba en mi categoría. Estuve así hasta los 19, fueron creo que tres años entrenando con los de Primera. Después jugué en reserva y luego tuve la posibilidad de debutar. Sí fue distinto, había un cambio y se notaba, pero creo que esa forma de prepararme me ayudó mucho. Ahora, si comparas a ese golero de 19 años que debutó, con el que soy hoy, hay un montón de cambios, un montón de experiencia más y mejoras en lo futbolístico y lo físico.

- En el 2019 fue nominado por Gustavo Ferreyra a la selección uruguaya, para ser parte de la nómina del Preolímpico que se jugó en Colombia. ¿Cómo recuerda esa experiencia?

- Fue un sueño cumplido. Desde chico que iba con mi papá al estadio a ver a Uruguay. Estuve acompañando, siendo un hincha más y me tocó vivirlo desde adentro, estar convocado, viajar. Lo recuerdo con alegría. En un minuto fue difícil, porque no jugué y claro, todos queremos jugar, pero saco lo mejor, me traje un montón de experiencia, de aprendizajes y eso es impagable. Para mí valió totalmente la pena. Y es algo que va a estar siempre en mi memoria, no me lo saca nadie. Después se lo contaré a mis hijos cuando tenga, y hasta a mis nietos (ríe).

- ¿Tiene como objetivo volver a ser llamado a la Selección?

- Claro, los sueños se van renovando año a año. Soy consciente de la cantidad de colegas que son de excelente nivel y que hay una competitividad muy alta, pero quiero dar lo mejor para estar ahí, para que se me dé la chance.