Lo destacaron como uno de los grandes talentos del mundo y hoy busca la gloria en el Ascenso

Magallanes, o el ‘Súper Magallanes’, pisa firme en el Ascenso. Lo hace con convicción, con autoridad. Y así se refleja en la tabla de posiciones, donde, después de 12 jornadas, la escuadra de Nicolás Núñez es líder y protagoniza una campaña que roza la perfección: de 36 unidades posibles, la ‘Academia’ ha conseguido 34.

En medio de ese gran momento, el atacante David Salazar (23) ha dejado su marca. Más allá de no ser un nombre habitual en las oncenas de Núñez, el ex seleccionado chileno Sub 20 ha aportado con dos conquistas que han logrado amarrar victorias muy complicadas, ante Fernández Vial (2-1) y Unión San Felipe (1-0).

“A principio de año nos pusimos la meta de hacer un gran campeonato. Tenemos un tremendo grupo, con una mezcla de experimentados y jóvenes, así que estoy contento por la posición en la que vamos, pero sabemos que queda mucho torneo todavía. Lo tomamos con calma”, afirma Salazar en conversación con AS.

- ¿Y qué me dice de su nivel?

- Me siento muy bien. La confianza que me dan el profe y mis compañeros me hace sentir así, importante, porque acá todos lo somos. Sabemos que hay grandes jugadores, que solo 11 entran jugando, pero los que venimos de afuera lo hacemos igual o mejor, así que tenemos un plantel muy competitivo. Por lo mismo vamos como vamos... Desde donde me toque, siempre trato de dar lo mejor.

- ¿Qué cree que le falta para ser titular?

- Día a día todos peleamos un puesto y yo me entrego por completo. Eso ya es decisión del técnico y la respeto. Por lo mismo, cuando me toca entrar, lo hago de la mejor manera, porque sé que me tienen considerado, aunque no sea de titular.

- ¿Cómo es su relación con Nicolás Núñez?

- Es muy buena. Diría que es uno de los técnicos con los que más me he llevado, muy sano, demasiado bueno. Con él, así como también con mis compañeros.

- ¿Será porque hace poco dejó de ser futbolista?

- Sí, puede ser. Sabemos que el profe también se pone en el lugar de uno, así que a veces me conversa también.

- Usted es formado en O’Higgins, donde no le tocó jugar mucho. ¿Por qué cree que le pasó eso?

- Muchos aspectos yo creo, pero no... Rara vez comento esas cosas, así que prefiero guardármelas. Pero todavía tengo que volver. Espero hacer un gran año en Magallanes y volver a O’Higgins con todas las pilas para el próximo año, si es que sigo ahí. No sé lo que me depara el futuro... Pero si toca quedarme, daré lo mejor de mí, porque me gustaría hacer un gran papel en O’Higgins.

- No sé si lo recuerda, pero el año pasado La Gazzetta dello Sport lo destacó como uno de los 10 jugadores del fútbol chileno con mayor proyección...

- Sí. Lo que pasa es que, cuando tenía como 17-18 años, también salí en The Guardian entre los 60 mejores jugadores de la categoría 99. Yo creo que esa noticia va por ahí.

- ¿Y qué le generaron ese tipo de noticias? ¿Algo de presión?

- No, lo asimilé tranquilo. Tiene sus pros y sus contras, porque la gente se hace una expectativa muy grande en ti, así que cuando entras a la cancha tienes que demostrar por qué sales en esas cosas.

- ¿Pero le ha generado algún inconveniente? Como dice usted, la gente espera mucho y quizás en algún momento no pudo dar ese 100...

- Sí, eso me pasó en O’Higgins, cuando salieron las noticias. La gente me pedía, me pedía, y yo creo que se hacía una expectativa de que, no sé, iba a entrar yo e iba a hacer tres goles. Pero no, no es así. Como te digo, tiene sus pros y sus contras. No creo que haya sido tan bueno que salgan esas cosas, porque obviamente la gente se hace expectativas, como, no sé, un Alexis...

- Justamente, The Guardian lo comparaba con Sánchez...

- Claro (ríe). Por lo mismo te digo. La gente se hace unas expectativas muy grandes y yo ahí no estaba ni jugando en el plantel, nada.

- ¿Siente que ha tardado en explotar?

- Sí. Yo también me hago esa autocrítica, pero también va en que te den la continuidad. ¿Cómo voy a explotar si entro y juego 20 minutos? La continuidad te va ayudando a mejorar en todo sentido.

- ¿El hecho de no tener continuidad lo ha golpeado de manera psicológica?

- Sí, igual me ha golpeado, porque igual son cambios muy bruscos. Por ejemplo, en las juveniles de O’Higgins jugaba todos los partidos, era figura, y cuando llegas al plantel es un cambio muy grande, porque ahí empiezas desde cero. Yo iba con la mentalidad de que era el mejor, de que tenía que jugar todo, pero cuando subes al plantel eso no pasa. Así que tenía que prepararme de nuevo mentalmente, a pelearla desde cero, porque ahí empieza otra etapa de tu vida como jugador.

- Usted también pasó por Deportes Santa Cruz, donde compartió con Humberto Suazo. ¿Le dio algún consejo como para que siga adelante, considerando que venía de poca acción en O’Higgins?

- Sí. A pesar de que él estuvo solo tres meses, formamos una linda relación. Me daba consejos, me trataba muy bien, me ayudaba muchísimo en todo sentido, me explicaba un poco el juego, el cómo podía mejorar algunas cosas yo... Así que no, estoy muy agradecido de él, por el jugador que es y por cómo me trató en ese tiempo.

- Usted también estuvo en la Sub 17 y Sub 20 de la Roja. ¿Qué recuerdos le quedan?

- En la 17 estuve con un año menos y me sentía muy bien. Y después, en la 20, como que teníamos un gran equipo, pero nunca pude encontrarme con mi nivel.

- Recuerdo que, en un Sudamericano, esa Sub 20 enfrentó a un Brasil que contaba con Rodrygo, hoy en el Real Madrid...

- También jugamos un amistoso en Rancagua y vino Vinicius, Rodrygo y unos tantos que ahora están jugando en Europa. Ese partido estuvo buenísimo. Fue una linda experiencia que te deja el fútbol.

- ¿Hacia dónde apuntan sus metas en el fútbol?

- A corto plazo, me encantaría ser campeón con Magallanes: ascender y hacer historia. Sabemos que este hermoso club ya tiene varios años en la B, así que me gustaría dejarlo donde siempre debería haber estado. Y la otra meta es, más adelante, seguir dándole, romperla en el club que me toque, y pelear hasta el final, porque sé que algún día se me va a dar y voy a explotar y la voy a romper.