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Universidad Católica

Los múltiples problemas de Ariel Holan en la UC

El DT va a completar tres meses de gestión y el panorama no cambia, con un rendimiento bajo lo esperado. Probó variantes posicionales, pero las falencias persisten.

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Los múltiples problemas de Ariel Holan en la UC
ANDRES PINA/PHOTOSPORT

Ariel Holan sigue en su afán de corregir el rumbo futbolístico de Universidad Católica. Desde que regresó al club en mayo pasado, el DT se propuso “reconstruir” a los cruzados, luego del mal cierre de la etapa de Cristian Paulucci, quien logró el tetracampeonato con los cruzados. Sin embargo, el ciclo del actual técnico de la UC, hasta ahora, registra más retrocesos que avances y así quedó en claro en el último empate contra Everton, en el estadio Sausalito de Viña del Mar.

Con un hombre más debido a la expulsión de Álvaro Madrid a los 34 minutos, la visita solo pudo igualar el marcador a breves instantes del pitazo final. Gary Kagelmacher anotó el 1-1 con un cabezazo (84′), impidiendo lo que habría sido una dura derrota, en vista del trámite que tuvo el encuentro. Los cruzados disputaron 60 minutos en superioridad numérica, aunque esto jamás se trasladó al desarrollo de las acciones en el terreno de juego.

Números desfavorables

Que Holan todavía no da con las soluciones está claro. Al mando del plantel, el estratega solo consiguió momentos de funcionamiento colectivo coherentes con el modelo de juego que lo distingue. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para escalar en la tabla de posiciones: la UC ocupa la décima posición con 26 puntos a la espera del duelo de Huachipato (25) ante La Calera, en Talcahuano. El desempeño actual no les alcanza a los estudiantiles ni siquiera para acceder, a través del Campeonato Nacional, a la próxima Copa Sudamericana.

Holan en su labor en San Carlos de Apoquindo.
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Holan en su labor en San Carlos de Apoquindo.

Hasta hoy, Holan dirigió a la UC en 14 partidos, con 6 triunfos, un empate y 7 derrotas. Esto implica un 45,2 por ciento de rendimiento e incluye también los duelos de la Copa Chile, frente a San Felipe, y en la Libertadores ante Flamengo y contra Sao Paulo por la Sudamericana. Los cruzados, en esta etapa, marcaron 21 tantos y recibieron la misma cantidad conquistas, por lo que la diferencia de gol asciende a cero.

Variantes posicionales

El DT, en todo caso, no se quedó de brazos cruzados. Ha puesto en práctica algunas variantes, buscando cambiar el panorama futbolístico de sus dirigidos. La principal novedad aconteció el sábado pasado, ante Everton. En Viña del Mar, la visita actuó con un inesperado sistema de juego, que en su ciclo anterior en Chile Holan no había mostrada. La UC se organizó con un esquema 1-4-3-1-2.

En este contexto, la decisión más llamativa del entrenador tuvo que ver con la ubicación de César Pinares. El zurdo cumplió el papel de volante ofensivo por delante de una línea de otros tres mediocampistas (Bryan González, Ignacio Saavedra y Luciano Aued). Hacía años que a Pinares no se le veía en tal función, luego de que marcara un quiebre en su carrera cuando Martín Palermo lo ubicó de mediocampista mixto. Después de eso, varió solo de puesto en Chile, actuando de volante externo o puntero.

Antes también Holan había intentado romper la inercia desfavorable con otra propuesta posicional. Frente a Coquimbo, y cuando Diego Valencia aún no partía al Salernitana de Italia, el DT probó con sistema de juego 1-4-4-2 y el doble ‘9′ lo conformaron inicialmente el canterano cruzado y Fernando Zampedri. Posteriormente, retornó a la estructura posicional 1-4-3-3, evidenciando que no quedó conforme con la respuesta futbolística.

Falencias

Tres han sido las temáticas disfuncionales que Holan más ha repetido en sus análisis del actual momento de la UC. El diagnóstico el estratega lo tiene claro y anunció una intensificación de los entrenamientos antes del receso de mediados de año en busca de la mejoría futbolística, poniendo énfasis en los contenidos deficientes de juego. Sin embargo, el equipo aún no exhibe cambios permanentes que expresen una progresión hacia un orden más productivo en la cancha.

Quizás la primera problemática más relevante guarda relación con la fase ofensiva y se refiere a la falta de variantes en ataque. Los cruzados no generan el número acostumbrado de acciones de finalización, además de que muchas tiene como casi exclusivo destino a Zampedri. No aparecen otros hombres con un rol protagónico en el área oponente, aunque ahora último solo se sumó Mauricio Isla. Pero ha sido, por ahora, insuficiente.

El segundo aspecto que le quita la tranquilidad a Holan es el funcionamiento defensivo. Todavía la UC es un cuadro al que lo atacan con mucha facilidad, sobre todo en las transiciones defensivas. La reorganización no es veloz y acrece también de los ajustes posicionales que impliquen un control de los rivales. La llegada de Kagelmacher, quien ha hecho dupla con Branco Ampuero, apunta a fortalecer esta la labor.

La última disfuncionalidad está relacionada con la circulación del balón. Por grandes momentos, esta fase del juego se torna monótona y predecible, sin apoyos de ruptura permanentes que brinden verticalidad en la zona ofensiva. Suele ocurrir que quienes más manejan el balón son los centrales, con una distribución lateral, sin sorpresa y que, a la larga, favorece, la operación del bloque bajo de presión del cuadro oponente.