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Universidad de Chile

Sánchez y Lasarte: dos sellos distintos que asoman en la U

El argentino y el ex DT de la Roja son los principales candidatos para reemplazar a Escobar. Tienen una historia conocida en la liga local y han mostrado competencias para sacar a los azules de la crisis.

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Sánchez y Lasarte: dos sellos distintos que asoman en la U

La derrota por 2-0 contra Audax Italiano sello definitivamente el ciclo de Santiago Escobar al mando del plantel de Universidad de Chile. Durante la noche del sábado pasado, el club hizo pública la salida del colombiano y, como era esperable, se incrementó el caudal de información respecto de su reemplazante. Hoy, son dos los entrenadores con más chances de asumir el cargo: Martín Lasarte y Pablo ‘Vitamina’ Sánchez.

El uruguayo acaba de dejar la Roja, así que los antecedentes en torno al Modelo de Juego que busca implementar, seguramente, están en la retina de los seguidores de la U. Con Sánchez, el asunto es levemente distinto: se fue de Audax en diciembre de 2021, pero su labor es extensa en Chile al mando también de Universidad de Concepción, O´Higgins, Everton e Iquique, y se conoce cómo actúan sus equipos. Se trata, en definitiva, de estrategas con propuestas de juego nítidas, conocidas en el medio chileno, y que en Azul Azul ven como las fórmulas para salir de la crisis.

La verticalidad de Sánchez

La gestión de Sánchez en Audax resultó ampliamente productiva. Llegó al club para evitar el descenso, lo consiguió en la temporada 2020 y al año siguiente los floridanos terminaron terceros en el Campeonato Nacional 2021, obteniendo la clasificación a la etapa pregrupos de la Copa Libertadores. En su labor, el argentino dotó al cuadro itálico de la identidad de juego que, con algunos matices, ha sido la tónica en su paso por la liga local.

Durante la fase ofensiva, Sánchez prioriza el tránsito fluido hacia la portería rival. Apuesta por el juego asociado y las cadenas de pases, pero este proceder exhibe una orientación vertical continua, con la realización de apoyos de ruptura permanentes. Su idea puntual, en este plano, es ir superando con celeridad las líneas de presión oponentes y así generar acciones de Finalización.

El ex DT de Audax muestra predilección por el sistema de juego 1-4-3-3. El trío ofensivo es el eje de la labor en ataque, con un ariete que aparte de su misión de convertir también fija permanentemente a los centrales rivales (mantenerlos lo más atrás posible en la cancha). Los extremos, por su parte, procuran hacer “ancho” el ataque y desde esa ubicación inicial realizan desmarcaciones profundas en busca de la Penetración.

El volumen ofensivo aumenta gracias a los desdoblamiento alternados de los laterales y el acompañamiento de los dos volantes más adelantados en la zona media. Los equipos de Sánchez se movilizan rápido en ofensiva y suman hombres en la delantera con rapidez, conformando dos líneas ofensivas con importante composición de hombres.

Para defender, el estratega argentino opta por una Presión Media. Esto significa que el bloque defensivo se agrupa en el tercio medio de la cancha, con líneas cercanas en longitud y anchura, intentando recuperar el balón o interrumpir el avance rival. La marcación es zonal con el traspaso de los hombres bajo custodia, la realización de la coberturas respectivas y las situaciones de vigilancia necesarias de los jugadores alejados de la zona donde se encuentra el balón.

La solvencia de Lasarte

En el entorno de la U aseguran que el uruguayo es el candidato número uno de la dirigencia para asumir la conducción del plantel. El DT viene de estar a cargo de una selección nacional y de disputar las Eliminatorias y también la pasada Copa América en Brasil. Su vigencia no admite discusión pero, según el propio Lasarte lo comunicó al dejar la Roja, no está, por ahora, con el ánimo para involucrarse inmediatamente en un nuevo proyecto futbolístico.

Como sea, el ideario de juego es perfectamente conocido en el medio local, tras sus pasos anteriores también por la misma U y Universidad Católica. En ofensiva, los equipos bajo el mando del charrúa actúan con prudencia y muestra predilección por el juego asociado para progresar en la cancha. Por momentos, exhibe cierta tendencia a priorizar la seguridad en la conservación del balón antes que arriesgar en maniobras más veloces que pongan en peligro la continuidad de la circulación.

Uno de los rasgos dominante de los equipos de Lasarte es la solvencia defensiva. En este momento del juego, suele emplear el reagrupamiento en sectores de baja exposición en el terreno de juego. Conforma un bloque denso, con proximidad de las líneas y agresividad en las acciones de 1 vs 1. Sin embargo, en la Roja, y como también el propio DT lo explicitó, dispuso adelantamientos momentáneos en la fase defensiva en vista de la supremacía en el trámite y cierta debilidad circunstancial del cuadro oponente.

Antes de su llegar a la banca de Chile, en la U y la UC jamás abandonó el sistema de juego 1-4-3-3. Pero tanto en las Eliminatorias como en la Copa América de Brasil, el uruguayo implementó en repetidas ocasiones el esquema 1-3-5-2. Alinear tres centrales fue una novedad en su proceder posicional, lo que dio cuenta de una apertura a otras formas de distribución espacial en la cancha.