Su gol de chilena da la vuelta al mundo y concretó su revancha: “Me echaron por chico y flaco”
Freddy Barahona marcó de manera notable en el inicio de la Segunda División. Tiene 32 años e incluso actuó en el extranjero: “Es el premio al sacrificio”.


Sorpresivamente, Freddy Barahona se posicionó en la primera línea del fútbol nacional. El delantero de Real San Joaquín convirtió un golazo de chilena, por la primera fecha del Campeonato de Segunda División, y el video de la acrobática secuencia se hizo viral. En redes sociales, incluso lo candidatean al ‘Premio Puskas’ 2025, que distingue a las mejores conversiones en todo el planeta.
Con 32 años y una larga trayectoria en las categoría menores, el ariete conversó con AS. “Mi celular ha explotado (ríe), ha sido una bonita experiencia. Creo que es el premio al sacrificio, a la perseverancia que uno tiene todos los días. Recuerdo que, en mi debut por Coquimbo, hice un gol parecido, muy bonito también. Pero así de chilena, una vez tuve un tiro en el palo contra Trasandino. También fue de afuera del área, pero no entró. Ahora se pudo concretar y, más encima, fue en los minutos finales para empatar (1-1) ante Linares”, sostuvo.
- ¿Es una jugada que intenta regularmente?
- Cuando es necesario. Vi el balón arriba y no la pensé dos veces. La tiré nomás y mis compañeros estaban contentos. Saben que me ha costado harto y la posibilidad que me dieron la aproveché. Creo que soy buen compañero, me llevó bien con todos y tiró la talla. Me abrazaban harto. Ellos saben mi historia, porque me ha costado harto.
- Recién se disputó la primera fecha de Segunda División. ¿Cómo marcha todo?
- Hubiese sido lindo partir con un triunfo, pero al menos lo hicimos con un empate de visita. No es malo tampoco, estamos trabajando harto para empezar a ganar que es lo más importante en el año.
- Usted se inició en el fútbol formativo de Palestino...
- Sí, a los ocho años. En un momento, y como no crecía, me tuve que ir a hacer el examen de los huesos. Mi profe Aldo Vega, que me quiere mucho, me ayudó mucho también y hasta hoy estamos en contacto. Al final, me tuve que ir por el porte, porque era chico y flaco, como a los 15 años. El examen indicó que estaba atrasado como en cuatro años en mi crecimiento y después jugué contra Palestino, en esa etapa, y me querían de vuelta cuando estaba en Coquimbo.
- Luego de eso pasó por varios clubes de Segunda División y también estuvo en Tercera...
- Sí, estuve en Lota Schwager, bonito club, pero siempre con problemas con los pagos y todo eso. Me fui a Fernández Vial, lo que fue muy bueno para mí. Ascendimos y salí goleador del equipo ese año en Tercera. Me hizo súper bien, porque además el Vial tiene harta gente, llenaban el estadio.

- Su trayectoria incluye también una vivencia en Bolivia. ¿Cómo le fue?
- Fue en la Segunda División de allá. Se hacen dos campeonatos, el departamental y el otro en que se pelea para subir. Primero fui a un club que era un desastre. me llevaron a un hotel que no tenía Internet, no había tele y me acuerdo que amanecí todo picado. Aguanté, pero al final decidió volver.
- ¿Qué sucedió entonces?
- Como a los dos meses, me llamó el profe que había tenido allá para ir al Real Tomayapo, de Tarija. Allí fue distinto, no tengo nada qué decir, me alejaron en un buen hotel, tenía todas las comidas. La dirigencia eran puras hermanas, me acogieron casi como un hijo. Anduve bien e hice hartos goles también. En la Copa (por ascender) llegamos a semifinales y me anularon un gol que era legítimo en Santa Cruz.
- Después de eso, volvió a Chile...
- Sí, claro, pero me querían de vuelta y justo pasó lo de la pandemia. Me querían pagar la mitad de la plata de antes y yo no quise ir y justo subieron. Más encima, seis meses después estaban jugando la Copa Sudamericana contra Internacional de Porto Alegre.
- ¿Cuáles son sus características como jugador?
- Soy un ‘9′ de buena estatura, mido un 1,86 metros y peso 87, 88 kilos. Creo que mi virtud es la fuerza interna, porque pienso que al que me ponen al lado le tengo que ganar. Así es mi mentalidad. Si el de al lado mide 2 metros y hay que ir a chocar, vamos nomás. Para mi porte, siento que técnicamente soy bueno. Me puedo recoger a jugar y todo.