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“Chile fue mi salvavidas, me dio todo, me ayudó profesionalmente y a crecer como persona”

“Chile me ayudó profesionalmente y a crecer como persona... Si tuviera la oportunidad de volver a elegirlo, lo haría mil veces”, apuntó.

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“Chile fue mi salvavidas, me dio todo, me ayudó profesionalmente y a crecer como persona”
Axel Guevara

El 12 de mayo fue un día inolvidable en la carrera de Axel Guevara (27). Esa jornada, junto a Carlos Zahri, se convirtieron en una de las tres parejas chilenas que ganaron un Wild Card para el Premier Pádel P1 de Santiago, evento que a partir del 27 de mayo, concentrará toda la atención del mundo del deporte que no para de crecer. Tan importante es el certamen, que tendrá a los 30 mejores jugadores del planeta a nivel masculino y femenino.

Pero el caso de Guevara es especial. Él no es chileno de nacimiento, pero ya se siente uno más. Radicado hace dos años y medio en el país, se ha convertido en número uno del ranking Fepachi gracias a sus notables actuaciones en el circuito nacional. Es por eso, que el jugador de La Pampa, Argentina, se ganó el cupo al cuadro principal del campeonato. Será su primera vez en las grandes ligas.

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“Tengo muchos nervios, mucha ansiedad y estoy con ganas de que llegue el día. Lo que más quiero es tomar esta oportunidad de la forma más sencilla que se pueda dentro de la responsabilidad que requiere, para poder disfrutarlo lo que más pueda”, dice de entrada en su charla con AS Chile.

- ¿Cómo ha sido el camino hasta este momento?

- Con Charly venimos con un proyecto del año pasado, cuando él pudo volver a jugar para la Federación, porque quería volver a la Selección. Ganamos tres selectivos seguidos y cuando nos enteramos del Wild Card, le metimos para adelante. Era el gran objetivo-

- Hubo que hacer algunos cálculos para ver si entraban al Cuadro Principal...

- Sí (ríe). Como eran dos selectivos, había gente que no entendía que había que sumar puntos de los dos. Cuando ganamos el primero, muchos nos felicitaron pensando que ya estábamos adentro, era un poco mufa (ríe). Teníamos que explicarle a todos.

- Por la estructura del torneo, de pasar a segunda ronda, se podrían enfrentar con alguna de las parejas más importantes del mundo. ¿Es una de las motivaciones más grandes para este desafío?

- Totalmente. Primero, es ver si podemos ganar el primer partido, que sería un logro extraordinario para nosotros. Mi sueño sería jugar contra ‘Bela’ (N. de la R: Fernando Belasteguín, considerado el mejor jugador de la historia del pádel), por todo lo que él significa. Yo me crie con él como número uno del mundo, es mi ídolo.

- En Argentina, los invitados han hecho una gran presentación. ¿Es un plus ver eso?

- Nos motivó mucho. Ver a chicos contra los que hemos competido hacerlo así de bien, genera ese plus de decir, ¿por qué no nosotros? Sabemos que jugaremos con el pueblo chileno y se sentirá mucho su apoyo.

- Lleva dos años y medio en Chile, pero en el mundo del pádel ya lo adoptaron como un chileno más. ¿Cómo se siente por eso?

- Es mi casa. Chile fue mi salvavidas, me abrió las puertas, me ayudó profesionalmente, a crecer como persona, me hizo conocer gente muy importante. Si tuviera la oportunidad de volver a elegirlo, lo haría mil veces. Es increíble cómo me trata la gente, los mensajes que me mandan. Son cosas que en Argentina las veía muy lejos. A Chile lo amo y es algo que jamás hubiese imaginado (ríe).

- Hablaba de las “puertas cerradas en Argentina”. ¿A qué se refiere?

- A los temas económicos. En Argentina es muy difícil que te auspicien si no eres joven y muy crack. Si tienes más de 17 años y no juegas primera, chau, ninguna marca te va a auspiciar. Imagínate que yo partí a jugar al pádel a los cinco años...

- ¿Cuándo se dio cuenta que las marcas no iban a llegar?

- Es que en mi caso fue al revés. A los 17 llegué a jugar en primera en los selectivos. Ahí llegué a conocer a Agus Tapia (2 del mundo), Fede Chingotto (6 del mundo). Entre los 17 y 19 firmé con marcas, pero después a los 20 dejé de jugar por un problema familiar, y cuando volví, a los 22, me dediqué a hacer clases y el regreso a la competencia me costó muchísimo.