¿Alguien piensa en el futuro?

La pregunta es abierta y sirve para la ANFP, para los clubes y las selecciones nacionales en diferentes categorías.

La respuesta es incierta.

¿Alguien piensa en el futuro?

La selección nacional sub 17 acaba de clasificar al Mundial de Qatar, lo que siempre es una buena noticia. Este año Chile organizará el Mundial Sub 20. Es decir, en pocos meses, las dos categorías menores del fútbol chileno tendrán preparación y participación mundialista, lo que es auspicioso, independiente del resultado. Obviamente, pasar varias rondas y tener actuaciones convincentes son un objetivo prioritario, pero la verdadera mirada está en futuro, en que un grupo de cuarenta jugadores jóvenes tendrán el rigor de una máxima instancia.

Depender de las grandes generaciones ha sido el derrotero del fútbol chileno en prácticamente toda su historia. La materia prima, los nombres propios, generan dinastías que se exprimen hasta su última gota de sudor. Pero no basta sólo con eso. Cuando Marcelo Bielsa tomó las riendas de la Roja, lo hizo sabiendo que Chile había clasificado recientemente a dos mundiales Sub 20, los equipos que dirigió José Sulantay en Holanda 2005 y Canadá 2007. Había una base prometedora. Aún no hablábamos ni soñábamos con una generación dorada.

En medio de la cruel guerra civil por el control de Azul Azul, de los directorios de Blanco y Negro donde se termina a los golpes, de un entrenador de la Roja que ha demostrado indiferencia (lo que es peor que los malos resultados), de una dirigencia errática y de un provenir aún menos auspicioso, esos jugadores que defenderán a Chile en dos Mundiales piden a gritos que alguien piense en el futuro.

Esperemos alguien los escuche.

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