Fuerza y coraje
¿En serio cuestionan a Coquimbo que ha ganado 14 partidos seguidos, le han hecho 12 goles y sale campeón cinco fechas antes? Sólo aplaudir al justo campeón.

Lo de Coquimbo no es casual. Y no sucedió de un momento a otro. El campeonato inédito quedará expuesto desde muchos prismas, entendiendo que para dar una vuelta olímpica se deben sumar muchos factores, dentro y fuera de la cancha.
Analizar la campaña del campeón, superando el registro matemático que es incuestionable, nos lleva a revisar las posiciones absolutas. Porque Coquimbo no sabe de absolutismos y tal vez por eso es campeón.
La mirada de muchos hinchas y de los medios de comunicación, suele instalarse desde una mirada propia de equipo grande, acostumbrado a gestas que terminan en una vuelta olímpica. Es injusto comparar a Coquimbo con esos equipos, con esa historia, con esa herencia y con esa tradición. Muchos derrotados en esta campaña, los mismos que se bajaron de la carrera por el título hace meses, tienden a cuestionar la proyección del elenco Pirata. Aseguran, muy sueltos de cuerpo, que el real peso de Coquimbo se verá en campañas venideras y en torneos internacionales. Le piden a un equipo que es campeón por primera vez que actúe como un consolidado. Le piden a un equipo que da su primera vuelta olímpica, que se transforme en animador permanente. Quienes cuestionan, dudan, condicionan, la enorme campaña del Barbón, sólo reflejan su propia envidia.
Coquimbo es una sociedad anónima, una estructura que en otros clubes ha hecho agua y suma más fracasos que aciertos, En otros clubes, la estructura propietaria ha tenido una visión mezquina y errática. ¿Por qué resultó en Coquimbo? Porque los dirigentes y controladores se dieron cuenta qué para llegar arriba, el éxito deportivo es trascendental. Y dejaron de usar el club como escenario de triangulaciones, maniobra que sí realizaron en un pasado no tan lejano. Entendieron en Coquimbo que debían invertir en infraestructura deportiva, médica, para el equipo profesional y para las cadetes. Lugares para entrenar y para concentrar. Potenciar las divisiones inferiores. Convertir el club en un verdadero captador de talentos en el norte. Ofrecer una mejor oferta a los jugadores y entender que para ganar se requiere tiempo.
Coquimbo viene haciendo las cosas bien hace un rato. En las divisiones cadetes viene sumando victorias y sacando jugadores. Incluso si se mira desde una perspectiva netamente económica, las inferiores son la mejor forma de ganar dinero. Y salir campeón. No hay mejor fórmula que esa.
En cancha, el equipo del Chino González obliga a revisar a quienes tienen un solo libreto.
¿En serio cuestionan a un equipo que ha ganado 14 partidos seguidos, le han hecho doce goles y sale campeón cinco fechas antes?
¿En serio?
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Indiscutibles. Sólo aplaudir al justo campeón.
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