Vuelta de Garnero
El DT argentino ha sido clave en esta remontada de la UC. Intervino el equipo, con sutilezas, matices, reforzando ciertas constancias.
La campaña de Daniel Garnero como entrenador de la Universidad Católica es excelente. Pase lo que pase en la recta final, la instalación de la UC como un postulante serio al segundo cupo directo para la Copa Libertadores, habla de una remontada que pocos consideraban hace algunas semanas. El cuadro de la franja ha ganado los últimos siete compromisos, con clásicos incluidos y una fortaleza futbolística y emocional convincente, tras turbulentos pasos con Nicolás Núñez como Tiago Nunes en la cabina técnica.
El entrenador argentino ha sido clave en esta remontada. Intervino el equipo, con sutilezas, matices, reforzando ciertas constancias. Pero Garnero no llegó con un discurso revolucionario, no prometió cambios sustantivos ni declara con pomposidad ni términos complejos que después hay que buscar en el diccionario.
Garnero es simple, entendiendo la simpleza como una enorme virtud en los tiempos que corren. Confirmó a Medel como volante central, dejó a Cuevas como interior derecho, confió en el colombiano Valencia que le respondió con un alza de nivel. Arriba Diego Valencia cumple un rol táctico que le sirve al colectivo, Eduard Bello abre la cancha y Zampedri persigue el gol hasta cuando no juega. En el fondo, Ampuero y González consolidados, Astaburuaga reconvertido en lateral derecho, Mena con oficio en el carril izquierdo. Garnero no se quejó del mercado de pases, no protestó por no tener un arquero de larga experiencia, sino que mantuvo a Bernedo, golero que respondió con solidez.
La simpleza de Garnero, de comprender lo que tiene y lo que carece, le ha permitido a la UC ganar algunos partidos donde sufrió en el trámite (Ñublense, Unión Española), quedarse con clásicos (Colo Colo y la Universidad de Chile) y sumar 21 puntos de 21 posibles en esta recta final.
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El fútbol es dinámico y no responde a recetas permanentes. El técnico anterior de la UC, Tiago Nunes, dejó el club, recaló en Liga Universitaria de Quito y está cerca de jugar una final de Libertadores. Pero la Católica de Tiago no jugaba bien, perdía mucho y no era animador del certamen. A veces los entrenadores encuentran su mejor sitio en el mundo. Lo hizo Tiago. Y también Garnero.
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