Mucho más que el palo de Pinilla
Después de leer resúmenes, columnas, artículos, crónicas y escritos varios con el balance de 2014, se puede concluir que en este país sólo hubo un acontecimiento deportivo: Mauricio Pinilla estrelló un balón en el palo, fierro, travesaño o larguero del arco sur del estadio Mineirao de Belo Horizonte, en el penúltimo minuto del alargue, cuando la cuenta estaba 1-1, en el partido de octavos de final de la Copa del Mundo de la FIFA.
Por cierto, el pobre palo se ha llevado los improperios más vulgares que existan. La pelota, las libras de aire que llevaba dentro, la velocidad del viento, el efecto de deformación de la esfera al impactar el fierro curvo, la altitud sobre el nivel del mar y la posibilidad de medir la fuerza del impacto, importan un comino.
El colega Luis Urrutia hablaba siempre de un concepto: cultura de la derrota. Ese sentimiento fatalista que aflora en las instancias clave, que mitifica lugares con la desgracia -como el arco sur del estadio Nacional- y que permite explicar, por ejemplo, que el 21 de mayo aparezca en rojo en nuestro calendario y no las batallas de Yungay, Huamachuco o Angamos, que son los triunfos militares.
Bueno, el deporte chileno ofreció cosas buenas. María José Moya logró su segundo título mundial en carreras sobre patines. El primero también fue de ella y lo ganó por descalificación de otra corredora por dopaje. Esta vez se subió al podio y besó la medalla, en la prueba de 200 metros contrarreloj. La pupila de Francisco Fuentes, otro portento de este deporte, augura un futuro esplendoroso.
Joaquín Niemann se convirtió en el tercer chileno de la historia en ganar el Orange Bowl. Y dos de esos títulos vinieron en esta década. Bien por el golf chileno.
Ignacio Casale se convirtió en el primer chileno en ganar el Dakar, en la categoría Quads, y terminó con la hegemonía del argentino Patronelli.
Las Marcianitas fueron terceras en la Copa del Mundo de hockey patín femenina, su mejor actuación fuera de Chile y la segunda más importante de este deporte en toda su historia... Contando hombres y mujeres.
Colo Colo por fin ganó la estrella 30. Y la 31 la perdió en un final cinematográfico contra su archirrival, Universidad de Chile, y Santiago Wanderers. Hace años que tres equipos no peleaban la corona en la última fecha.
El 2014 fue mucho más que el palo de Pinilla.