Figueroa
Procesos Formativos
Mucho se ha hablado del fracaso de las selecciones menores en los últimos dos Sudamericanos Sub 20 y Sub 17. Lamentablemente llegó la hora de hacer balances y no hay que ser muy brillante para deducir que el trabajo no fue bien realizado o que los entrenadores no lograron traspasar sus conocimientos a los jugadores.
Como lo mencioné en alguna columna hace un tiempo, materia prima hay, de eso estoy seguro. Vi algunos partidos de la Sub 20 y la Sub 17. Encontré que hay buenos valores. Quizás les falta creerse un poco más el cuento. Decir “aquí estoy yo, mientras el rival no salte 10 metros ni se mantenga durante 30 segundos en el aire, vamos a ver quién es mejor”. Extrañé pachorra, seguridad. Vi equipos un tanto timoratos.
Insisto en que con la Sub 20 no se puede seguir hablando de “los niños”. Los futbolistas somos atípicos. Nuestra carrera activa rara vez se extiende por más de 15 ó 18 años. Entonces, la maduración tiene que ser antes que el común de los trabajadores.
Con respecto a la Sub 17, ahí el proceso formativo es diferente. Tiene que tener exigencia en los resultados, pero también hay que tener en cuenta la formación para el futuro. Ojalá que estos muchachos hayan aprendido del fracaso reciente y puedan sacar motivación extra para ser las futuras estrellas de nuestra selección.
Un párrafo aparte merece el equipo de trabajo de las selecciones menores. A priori era imposible decir que se estaba contratando al azar. Hugo Tocalli venía avalado por un tremendo currículo, tanto en clubes como en selecciones juveniles. Creo que la primera decisión poco afortunada fue la de no continuar con el buen trabajo que llevaba Mario Salas.
Se vienen desafíos importantes y creo que la ANFP cuenta con un abanico amplio de posibilidades para asumir el mando. Desde ya me parece que el nuevo equipo de las selecciones menores debiera surgir del ámbito local, de gente que desde ya esté empapada del medio y conozca a cabalidad a los muchachos. No se pueden desperdiciar, por ejemplo, las experiencia de los entrenadores de Palestino, Santiago Wanderers, Cobreloa, Colo Colo y otros que llevan mucho tiempo trabajando en sus divisiones menores de con éxito, sacando y sacando buenos valores para el fútbol chileno.
En fin, espero que lo que pasó en este tiempo sea sólo un accidente y que el futuro sea auspicioso.