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Bielsa, el menos indicado para asumir en la Roja

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En el fútbol chileno han existido, a lo largo de su historia, volteretas monumentales, pero en este caso es casi imposible que ocurra algo así. Lo más seguro es que, este miércoles, Jorge Sampaoli deje de ser el entrenador de la Selección chilena de fútbol. En Europa hizo el anuncio y lo confirmaría en Quilín.

Para reemplazarlo tres nombres suenan con mucha fuerza. Manuel Pellegrini, actual técnico del Manchester City de Inglaterra. Eduardo Berizzo, quien comanda al Celta de Vigo en la liga de España. Marcelo Bielsa, de vacaciones en Brasil, luego de abandonar Olympique de Marsella, durante la pretemporada en el verano boreal.

Pellegrini siempre ha dicho que dirigir a la Roja lo ve como el broche de oro para el cierre de su carrera. En la actualidad, el chileno se encuentra plenamente vigente en la élite del fútbol mundial. Si deja el City, debido a la llegada de Pep Guardiola, como se rumorea en Europa, es impensado que vuelva. El prestigio logrado le otorga amplio margen de maniobra para extender su trayectoria sino en Inglaterra, por lo menos en otra de las ligas top del planeta. Se habla de un interés del Chelsea, por algo será.

En términos futbolísticos, Pellegrini no calzaría plenamente, pero sí en buena forma con el estilo futbolístico que hoy desarrolla el plantel. Dejando atrás el bielsismo de su era en la U, Sampaoli implementó en la Roja un modelo de juego centrado en el Juego de Posición. Es decir, disminuyó el ritmo de juego, aumentó la posesión del balón, impuso la entrega de la pelota más al pie que al espacio y acotó la presión arriba para momentos determinados en los partidos. Los conceptos coinciden con el ideario del chileno. A partir de su llegada, ocurriría sin duda una reafirmación de estos principios. 

¿Qué pasaría si el elegido para la banca de la Selección fuera Berizzo? Tampoco habría tantos problemas. El DT del Celta podría ser catalogado como un "neobielsista". Algo así como un desarrollador en sus equipos del contenido futbolístico del rosarino, pero con un toque más de cautela y énfasis en los procesos defensivos. Seguramente, su pasado como zaguero tiene mucho que ver con esto.

Si el Toto asumiera en la Roja, no sería mucho lo que tendría que desandar el camino forjado por Sampaoli. Defensivamente, el asunto estaría más o menos logrado, pues hoy Chile es menos presionante en campo contrario y se guarda mucho más para el manejo del balón. Tal vez tendría que hacer un "click" en el plantel al manejar la pelota, porque el entrenador del Celta intenta desplegar un juego más directo y sin tanta retórica de pases.

A diferencia de los detés anteriores, con Bielsa el asunto tendría que ser mucho más distinto en cuanto a la adaptación del plantel. Entonces, aparecería como el menos indicado para asumir en vista de la línea futbolística que hoy despliega el equipo.

Con el rosarino, no sería solo volver al pasado en términos cronológicos, sino que también en el plano futbolístico. Pero a favor de su regreso juegan tres factores clave: el tiempo (faltan dos meses para el partido contra Argentina y se puede hacer harto en este lapso), la genética del equipo (la mayoría de los jugadores dio el salto de calidad bajo el mando del rosarino) y su disponibilidad (es el único que podría asumir mañana mismo en Juan Pinto Durán, pues está sin trabajo).

Para Bielsa la tenencia del balón es para llegar raudamente al arco. Su metodología de entrenamiento está colmada de situaciones ofensivas que buscan atacar el espacio para recibir el balón. La búsqueda de la frontalidad es permanente, por sobre un desarrollo extendido de la circulación del balón. Como era la Roja en los albores del proceso de Sampaoli y no como aconteció en la obtención de la Copa América.

Defensivamente, también el cambio debería ser significativo. En esta fase, Chile hoy deambula entre la Retirada Progresiva (presionar tras la pérdida, pero no para recuperar la pelota sino que para reordenar las líneas y actuar luego en bloque) y el Reagrupamiento Defensivo (retroceder hasta cierta zona y allí achicar espacios en pos de volver a la tenencia). El equipo debería ir hacia el Pressing como concepción de juego dominante, presionando en la salida y generando emparejamientos en toda la cancha como estrategia defensiva. Sin embargo, la mayoría en el plantel se formó al alero de estos conceptos y tan mala memoria no debe tener.