Lanzarse a la Pizzina

En el fútbol lo más importante es la pelota y los jugadores. No olvidar esa premisa. Por más que otros actores quieran adquirir protagonismo, eso no es así. No confundir. Sin balón y sin tipos que jueguen bien y dediquen los mejores años de su vida a esto, no tenemos fútbol.

Dicho esto, tampoco creo que los equipos jueguen solos. No creo que un plantel plagado de estrellas sea sinónimo de ganar todo. La mano del entrenador marca diferencias. Si bien es cierto con todos los sistemas se gana y se pierde, la cabeza de grupo es esencial para una identidad de juego.

No es fácil la tarea de Juan Antonio Pizzi. Porque Chile tiene buenos jugadores. Algunos estupendos, de talla mundial, como Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Claudio Bravo y Gary Medel. Pero debe recuperar la confianza y la forma de juego.

Habrá que sacarse a Sampaoli de la cabeza. No porque su recuerdo sea malo. Al contrario. Siempre será un faro y una referencia. Pero a la hora de evaluar, debemos mirar el partido que se está jugando y no el partido que nos gustaría. Los de afuera somos de palo.

La actitud no se negocia. La seriedad tampoco. El argentino-español es un tipo serio. Le puede ir bien o mal. Puede jugar con uno, dos o tres puntas. Pero el hombre trabaja en serio y su paso por Chile no es una estación más en su carrera. Es, por lejos, lo más importante que le ha tocado vivir como entrenador.

En este juego no hay garantías. Si fuera tan lógico, Brasil y Alemania jugarían todas las finales. Pero tampoco es tan descabellado. Los países mencionados son los más ganadores. Por algo será.

Ya se conocen los rivales de la Copa Centenario. Ojalá la Roja vaya con lo mejor que tenga disponible. Una forma de crecer fue entender que cada partido es un aprendizaje. Y la forma de avanzar es tratando de ganar todo lo que se juega. Todo.