ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ATLETISMO

El histórico récord que batirá Erika Olivera en Río 2016

La maratonista de 40 años superará el récord chileno de participaciones en unos Juegos. Deja atrás así a Gert Weil, Berta Rodríguez y Paris Inostroza.

Actualizado a
El histórico récord que batirá Erika Olivera: participar en cinco Juegos Olímpicos.

La mañana del domingo Erika Olivera completó los 42 kilómetros en dos horas, 42 minutos y 54 segundos en las calles de Rotterdam, levantó los brazos en la meta y comenzó a pensar en lo que viene. Con 40 años, confirmó su lugar en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Será la quinta vez que la maratonista chilena este presente en una cita de los anillos, sin embargo, ésta tendrá un gusto especial. No sólo por ser la última. También, porque con este número quebrará el récord chileno de más participaciones en el evento en toda su historia.

Y es que con sus actuaciones en los Juegos de Atlanta 1996, Sydney 2000, Atenas 2004 y Londres 2012, pasará a liderar una lista que hasta ahora estaba empatada por otros tres deportistas nacionales en el primer lugar.

Se trata del atleta Gert Weil (Los Ángeles 1984, Seúl 1988, Barcelona 1992 y Atlanta 1996), la tenismesista Berta Rodríguez (1996, 2000, 2004, 2008) y el esgrimista Paris Inostroza, que ahora quedarán un peldaño de bajo de Olivera.

La nacional comienza a cerrar así un ciclo, que comenzó hace dos décadas y que le permitirá asegurar un lugar en la historia. Ahora con cuatro Juegos Olímpico y medallas Panamericanas, Sudamericanas e Iberoamericanas en el cuerpo, ya está lista para su última carrera.

El canadiense récord mundial

Sí lo de Olivera es para aplaudir, lo hecho en su carrera por Ian Miller se escribe en otro escalón. El canadiense participó en diez Juegos Olímpicos en la disciplina de equitación, estando presente en todos los realizados desde Munich 1972 a Londres 2012, a excepción de Moscú en 1980.

Además de la ausencia en la capital de la Unión Soviética por motivos políticos, la otra gran deuda del deportista fueron las medallas, pues sólo pudo alcanzar una en Beijing 2008 en la modalidad de saltos por equipo.