Las 5 innovaciones tácticas que entregó el Torneo de Clausura
Hubo equipos que se desmarcaron de la generalidad con propuestas que también obtuvieron resultados. ¿De qué elencos estamos hablando?
El Clausura finalizó con Universidad Católica como sorprendente campeón en vista de cómo había quedado el panorama tras la penúltima fecha. O'Higgins desperdició la chance de lograr el título ante Universidad de Concepción, pero más allá de todo, en el campeonato, hubo cinco sucesos tácticos que vale la pena consignar, al margen de lo hecho por los cruzados.
O'Higgins, la reminiscencia bielsista
El elenco rancagüino tuvo un cierre de torneo espectacular. Ganó cuatro partidos seguidos, pero flaqueó en el duelo decisivo, en El Teniente. Sin embargo, su modelo de juego centrado en la presión avanzada, el ataque directo por recuperación en campo contrario y la construcción acotada, con énfasis en el accionar por las bandas, llamó la atención. Toda una reminiscencia al estilo de Marcelo Bielsa, con matices, por cierto.
Universidad de Concepción-Iquique, el 2.0 de la escuela chilena
Ronald Fuentes y Jaime Vera, los técnicos chilenos del Campanil y los dragones celestes, tuvieron un buen semestre. En la tabla de posiciones quedaron separados por 6 puntos (25 vs 19), pero a ambos elencos los unió el hilo conductor de la ratificación de la escuela chilena. Prevalencia del Ataque Construido en ofensiva, Reagrupamiento Defensivo en la protección de la meta y organización de juego zonal, con presión por ubicación y no por emparejamientos individuales. Claro que con matices modernos: alta intensidad y volúmenes de despliegue elevados.
Santiago Wanderers, la impronta del Juego de Posición
Había algo de incógnita a la llegada de Alfredo Arias como DT de los caturros. El mote en su país como el "Guardiola uruguayo" algo adelantaba, pero había que verlo en acción. A los pocos partidos, el equipo alcanzó su identidad: salir jugando desde atrás a todo evento, generación de triangulaciones para superar las primeras líneas de presión, jugar en anchura para ser profundos y esfuerzo máximo por recuperar inmediatamente tras la pérdida del balón. Todos elementos sustanciales del Juego de Posición, que practican con excelencia el Bayern Munich y el Barcelona, y al cual adscribe el DT charrúa.
Antofagasta, el "Catenaccio de la Juve" en el norte
Beñat San José lo consiguió. El ignoto español en su desembarco en la Segunda Región obtuvo la salvación. No fue fácil, ya que en la etapa inicial insistió con el 1-4-4-2, pero la disfuncionalidades y los malos resultados lo abrumaban. Hasta que en el 1-3-3-2-2, practicado con excelencia por la Juventus de Arturo Vidal, dio con la fórmula. El sistema le permitió defender con un línea de cinco firme, con tres volante por delante de ella, y dejar dos atacantes para la salida rápida. Clave fueron los laterales-volantes (Francisco Paco Sánchez y Patricio Jeréz), además de los mediocampistas internos (Hugo Droguett y Marco Bolados) y la gran dupla de ataque (Muriel Orlando y Flavio Ciampichetti). La flexibilidad en las transiciones de estos ocasionaron que el equipo pasase de una fase a otra velozmente, asunto clave en el fútbol actual.
San Luis, la escuadra de juego entretenido
Los quillotanos estuvieron en zona de descenso casi todo el Clausura. Solo quedaron en línea de salvación tras la última fecha y mantuvieron la categoría. Con un técnico debutante, Miguel Ramírez, fueron elevando su despeño conforme pasaron las fechas. Hasta llegar a un "peak" en la resolución del torneo. Con un sistema 1-4-4-2, San Luis desarrolló un modelo de juego centrado en la intensidad, la actividad penetrante por las bandas, el esfuerzo al máximo de todas sus elementos y una fortaleza volitiva encomiable para no perder las esperanzas de conseguir el objetivo. Por eso, en cada cada partido de los canarios la entretención era garantía.