¿Y Jorge Valdivia?
Reconozco que soy de los que leyó la nómina entregada por Juan Antonio Pizzi al menos tres veces. Pensé que era error mío, por eso busqué y busqué el nombre de Jorge Valdivia entre los convocados. No hubo caso. El Mago no fue considerado por el técnico para disputar la Copa América Centenario.
Hay argumentos para no convocar a Valdivia. Poderosos. Pese a su talento enorme, su consolidación en la Roja no ha sido continua. Cuando juega bien, la rompe. Es inolvidable. En la época de Marcelo Bielsa tuvo actuaciones fulgurantes, pero no se llevó el peso de la campaña. Lo hizo Matías Fernández. Sampaoli no lo usó en la Copa del Mundo. De hecho el Mago había renunciado a la Roja tras el Mundial de Brasil, molesto por la escasa participación que tuvo en el proceso.
Pero la Copa América 2015 fue distinta. El 10 se tomó en serio el torneo, pero en serio de verdad. Se preparó a conciencia en la previa. Trabajo físico específico. Se puso a las órdenes del técnico. Brilló menos, pero jugó más. Se tiró el suelo. Marcó a los volantes en la salida. Corrió. Se sacrificó. Mojó la camiseta. No fue solo el volante creativo de pases inimaginables. Fue un jugador colectivo. Actuó para el equipo. Vimos la mejor versión de Jorge Valdivia. Por lejos.
Los puntos expuestos por Pizzi son todos ciertos. Valdivia juega en una liga que tiene escasa competencia. Sus últimas actuaciones no han sido brillantes. La diferencia de ritmo entre el Mago y sus compañeros es notoria.
Puede que no esté a la altura para ser titular. Pero no hay muchos jugadores con esas características, para ser alternativa en algún partido cerrado, para darle aire a un compromiso, para ser, por último chance de estar entre los 23.
Pregunta uno ¿Hay muchos jugadores como Jorge Valdivia en Chile?
Pregunta dos ¿Hay muchos jugadores como Jorge Valdivia en el continente? Pregunta tres ¿Nos podemos dar el lujo de tenerlo afuera del equipo?
A cada una las preguntas anteriores, yo creo que no, no y no.
