¿Y Boston?
Después de la derrota ante Argentina, el partido contra Bolivia se transformó en urgencia para la selección chilena. Porque quedar eliminado en una primera fase de esta Copa América Centenario sería un fracaso por donde se le mire. En cualquier campeonato donde el grupo lo componen Argentina, Chile, Panamá y Bolivia, clasificar es una obligación. Sin ser despectivo ni menospreciar a los rivales. Es así. Por historia y por presente.
El debut dejó más dudas que certezas. Argentina superó a la Roja en todo el partido. En el dominio de los tiempos, en la eficacia frente al arco, en los duelos individuales, en la presencia colectiva. Hubo rendimientos individuales bajos de jugadores que siempre juegan bien. Aránguiz y Alexis no le encontraron nunca la vuelta al partido. Es cierto, a Chile no le llegaron tanto, pero aparte de los dos goles Bravo tuvo dos intervenciones de gol.
El tema es que Chile se sigue perdiendo goles en momentos en que puede controlar el partido. En el 0-0, Sánchez desperdició un mano a mano. Contra equipos como Argentina, que brillan poco pero te dan pocas chances, eso es un pecado mortal.
Bolivia será otro partido. En trámite y perspectiva. Pero es urgente. Con la lesión de Mena jugará Beausejour. En la banda izquierda se buscará algo más de profundidad. Para que Alexis juegue de Alexis y Vidal juegue de Vidal. Para que en las bandas se conecten Isla con Sánchez. Pinilla puede aparecer como referencia de área.
En Boston Pizzi se juega la clasificación de la Roja. Dejar de solo jugar bien. También concretar. No solo dominar. Hacer daño. Convertir el discurso en realidad.