El difícil presente de Paraguay: ¿Qué tiene que hacer la Roja?
Los guaraníes buscan volver a su forma de juego original, tras el despido del DT Ramón Díaz. Sin embargo, a la Roja le sobran recursos tácticos para imponerse.
La última imagen que dejó la selección de Paraguay fue decepcionante. En la Copa América Centenario, la escuadra que conducía Ramón Díaz terminó en el último lugar del Grupo A. Sumó solo un punto, merced a un empate ante Costa Rica, y dos derrotas, frente a Colombia y Estados Unidos.
La baja actuación en Norteamérica le costó el puesto a Díaz. En su lugar asumió Francisco "Chiqui" Arce, quien dirigirá contra Chile. Se presume que el ex lateral derecho del combinado guaraní volverá a las fuentes en cuanto a la forma de juego: un fútbol aguerrido, de balonazos frontales, centros y máximo rédito en las pelotas detenidas.
En cuanto al sistema táctico es poco probable que cambie mucho. En el último tiempo, siempre los paraguayos han empleado como base una distribución 1-4-4-2, con un pequeño matiz de restar un delantero en alguna oportunidad y agregar un mediocampista para alinear cinco volantes.
Como concepciones de juego predominantes emplean el Contraataque (salida rápida con balón para ocupar los espacios libres) y el Ataque Directo (balonazos a los delanteros) en la fase ofensiva. Para defender su portería recurren irreguardiblemente al Reagrupamiento Defensivo, tras la línea de la mitad de la cancha. Aunque puede haber algún atisbo de Presión tras Pérdida del balón con el objetivo de facilitar la recomposición territorial del equipo.
Frente a este talante táctico de los guaraníes, la Roja debe agregarle más que nunca paciencia a su Ataque Construido (juego de pases y cambios de frente). Por momentos, el bloque defensivo local llegará a constituirse con 10 unidades, dejando solo un jugador para la salida trepidante. Entonces, resultará clave que la forzada circulación transversal del balón no termine desencadenando la precipitación en Chile.
En este contexto, lo que realicen Alexis Sánchez y Arturo Vidal puede ser crucial. Por su estatura internacional y debido también a su hegemonía futbolística en la Roja, a veces tienden a querer resolver los problemas del equipo individualmente. El ariete del Arsenal quedándose en exceso con el volante mientras que el hombre del Bayern Munich exacerbando su combatividad contra todo el mundo. Si aquello acontece, el equipo estaría en problemas.
Y en el plano defensivo, el pleito exigirá atención máxima, porque es probable que haya poquísima continuidad en las acciones en la última línea. Esto último claramente atentaría contra lo primero, por lo que la zaga, junto al único volante de contención, deberá estar en alerta máxima. Cuando Chile ataque, la fijación de los defensores deberá estar puesta en la distribución de las marcas, la ocupación de las zonas de progresión del rival y también, por cierto, en el segundo balón.
Una mención aparte amerita el asunto de las pelotas detenidas. Los paraguayos no se han ruborizado al reconocer que aspiran al triunfo mediante esta vía. Alertados, en la Roja por lo tanto deberán aguzar la marcación en cada ejecución de las faltas. Sobre todo cuando esta sea zonal, en los tiros libres desde los costados por ejemplo, donde tiende a diluirse la responsabilidad individual en el control del adversario.
