Hernández
Triste agonía
Mientras los jugadores de la Roja eran felicitados por Michelle Bachelet, la Federación de Tenis estaba en pleno bloqueo de dinero y con números rojos.
Mientras los jugadores de la Roja regresaban a sus clubes tras recibir las felicitaciones de la presidenta Michelle Bachelet luego del triunfo ante Perú, la Federación de Tenis y el Ministerio del Deporte estaban en pleno intercambio epistolar por el bloqueo de dinero que tiene a la orgánica que encabeza Ulises Cerda con números rojos e imposibilitada de organizar cinco torneos profesionales con puntos para el ranking de la ATP.
Los dos deportes más importantes de la historia de Chile están hoy en las antípodas. Separados por un abismo. Uno atrae, convoca y despierta el más alto interés gubernamental y estatal, el otro agoniza lentamente. Y en el IND pareciera no haber mucho interés en ir al salvataje.
Según el calendario de la Federación de Internacional de Tenis que pueden revisar AQUÍ Chile debía ser sede de cinco Futuros de 10 mil dólares entre Antofagasta y Temuco. Decenas de jugadores profesionales, incluidos varios miembros del equipo de Copa Davis, tienen considerados estos campeonatos en su agenda, pero de no mediar una pronta liberación de las platas los deportistas se quedarán sin competencia y estarán obligados a ir a buscar los puntos fuera de casa con el enorme gasto que ello implica.
El Ministerio del Deporte tuvo razones de peso para cortarle la llave al tenis chileno. Lo dice el comunicado que publicó el miércoles: “los problemas que está viviendo son de responsabilidad de administraciones que no supieron disponer de los recursos de manera responsable y transparente. Esta situación los llevó a ser bloqueados e imposibilitados de seguir recibiendo fondos”. La pregunta es ¿por qué deben pagar los platos rotos quienes reemplazaron y denunciaron a los dirigentes cuestionados?
Las cifras están claras, son públicas. El 2015 el IND entregó 738 millones a la administración Hinzpeter y este año aprobó un presupuesto de 473 millones. Es decir, aplicó una rebaja de más de un 30%. El problema, sin embargo, no radica ahí. Es el bloqueo que ordenó hace un par de meses y tiene retenidos casi 150 millones. La plata que permitiría darle vida al tenis profesional chileno en un año que está pasando en banda.
En la decisión del IND subyace una presión evidente para que orgánica se transforme en una Federación Nacional Deportiva. El cambio, dicen el ministerio, permitiría agilizar los procesos y generar una administración profesional. Ok, se entiende, es lo que viene y los actuales dirigentes de la federación lo saben, aceptan y comparten. El punto es que la intransigencia en el bloqueo de las platas está perjudicando a muchos deportistas.
Otro punto que llama profundamente la atención tiene que ver con la rigurosidad de la medida en circunstancias que durante la administración Hinzpeter los mecanismos de control no funcionaron adecuadamente. Si en opinión del ministerio hubo irregularidades en acreditadas ¿por qué se castiga a quienes incluso están persiguiendo legalmente aquellas situaciones? En verdad, cuesta entenderlo.
Para dimensionar el daño deportivo basta remitirse al caso de Gonzalo Lama. El número uno de Chile debe defender los 42 puntos ATP obtenidos producto de dos títulos y una semifinal a fines del año pasado. Si esta temporada los torneos no se efectúan, Lama se verá forzado a rediseñar su calendario y viajar fuera del país. Este caso, es aplicable, a menor escala, a decenas de otros tenistas chilenos. Lamentablemente, varios de ellos no contarán con recursos para ir de gira y dejarán de ganar puntos cruciales para su desarrollo deportivo.
Si dentro de una semana, la plata no aparece o Mandrake el Mago no convence a alguna empresa privada el plan deportivo 2016 quedará trunco. Y el papelón ante la Federación Internacional de Tenis será un hecho consumado. El reloj juega en contra y corre veloz. Todo indica que no existe voluntad política de arreglar las cosas.
Definitivamente, el tenis cierra la lista. No es prioridad. Son otros tiempos para un deporte que años atrás fue recibido con honores en la Moneda luego del número uno del mundo del chino Ríos y las medallas de Nicolás Massú y Fernando González en los Juegos Olímpicos de Atenas. Hoy fútbol la lleva y el tenis lo mira por TV.