Alexis FC
El fútbol es y será un deporte colectivo. El talento individual marca diferencias en momentos determinados. Por eso existen los crack. Aquellos futbolistas diferentes que por su peso específico son capaces de cambiar un partido. Pero en la carrera larga son los equipos los que terminan imponiéndose. Lo bello del fútbol es que termina siendo un micro mundo en el que algunos creemos con fervorosa convicción. Ese mundo que reza que los talentos individuales son valorados, pero siempre vale más lo colectivo, la suma de las partes por sobre el sujeto.
Alexis en el Arsenal juega solo. Usted entiende a lo que me refiero. Obviamente juega con diez compañeros que quieren ganar tanto como él, pero el nivel de competencia interna es tan distante que el desempeño del tocopillano llega a ser conmovedor. Cada vez que la pelota pasa por el nortino, los Gunners son otro equipo. Si el chileno anda bien, el equipo enciende sus posibilidades. Cuando no tiene una buena tarde, son apenas un equipo del montón, con pocas chances de competir.
Lo hemos visto semana a semana en la Premier League, donde hace rato dejaron de ser animadores de la pelea por el título. En un torneo largo, ya está dicho, son los equipos los que terminan ganando esa batalla. En lo que resta de Liga, el énfasis está en ver si el delantero nacional será capaz de mantener su racha goleadora que lo tiene como máximo artillero del campeonato.
Pero en Champions la diferencia con el resto es pasmosa. El duelo contra el Bayern Munich fue una postal de lo que estamos hablando. Los bávaros tienen muchos futbolistas de alto nivel. Neuer, Hummels, Alaba, Vidal, Alonso, Robben, Lewandowski, Mueller, Lahm. Muchos. Pero la potencia de su juego está en ensamblar estos talentos en un colectivo. Y el resultado en el duelo de ida en Champions fue una masacre que retrata la distancia entre dos equipos. En ese contexto, Arturo Vidal brilla con luces propias.
Sólo Alexis es capaz de patear un penal, perderlo, fallar en el rebote, pelear la pelota entre cinco rivales y terminar cruzando la pelota. Una verdadera fotografía del hombre contra la máquina.
Se especula que Alexis quiere partir. Uno ve los partidos y su fastidio es evidente. Comprensible si se quiere. Corre como ninguno. Marca como ninguno. Hace goles. Sus razones para emigar de los clubes han sido siempre deportivas. No creo que jugar en los Gunners haya sido un error. Se valoró como futbolista individual. Ahora le falta dar el salto a lo colectivo, un equipo donde pueda pelear por lo que más quiere. Ganar. Sánchez, como Vidal, como Medel, como Bravo, pertenecen a esa saludable raza de jugadores que quieren ganarlo todo y que le cambiaron la cara al fútbol chileno con esa actitud.
Alexis puede tirar centros perfectos, pero no puede cabecearlos él mismo. Ni él ni nadie puede hacer eso. Se necesita un equipo. Hoy no lo tiene.