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Fútbol internacional

El gran problema que tiene a Jorge Aravena retenido en Perú

No alcanzó a estar dos meses al mando de Comerciantes Unidos y aún no logra regresar a Chile. "Lo hemos pasado muy mal. Llevamos muchos días esperando", dice.

El gran problema que tiene a Jorge Aravena retenido en Perú
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Hacía cuatro años que Jorge Aravena no dirigía. Cuando surgió la oferta de Comerciantes Unidos de Cutervo no hubo problemas para llegar a un acuerdo y se marchó a la ciudad del norte de Perú. Sin embargo, solo alcanzó a estar 57 días al mando del equipo y dejó el cargo a fines de febrero. Después, surgió todo un lío contractual que aún lo mantiene en la nación incaica, junto al preparador físico Cristian Vial, esperando regresar al país.

"Lo hemos pasado muy mal. Llevamos muchos días esperando para firmar el finiquito. Lo que pasa es que el dueño del equipo, el presidente, es medio apatronado. Me dice le voy a pagar esto y punto. Tampoco nos quería dar los pasajes para regresar a Chile. Y la legislación establece que si un club contrata a un extranjero tiene la obligación de darle los pasajes de ida y regreso hacia su lugar de origen", cuenta Aravena a AS Chile desde Perú.

-¿Usted tenía contrato por un año?
-Claro. Cuando hablamos por teléfono con el presidente antes de venirme para acá, le dije que al llegar yo a allá nos pusiéramos de acuerdo en las contrataciones. Yo les iba a proponer una alternativa A y una B en los puestos que quería. El presidente me dijo que no había ningún problema y que iba esperar que yo llegara.

-Supongo que así pasó entonces.
-No, nada de eso. Cuando llegué, ya tenían contratado a una serie de jugadores, de segunda y de tercera división. Había 12 jugadores para iniciar la pretemporada y otros 14 a prueba. Había tipos de 28 años a prueba, que no habían jugado nunca. Después de una semana los corté a todos. Ahí empezaron los problemas mayores.

-¿Qué pasó?
-Cuando yo llegué le pedí cuatro partidos amistosos contra equipos profesionales. O que ojalá fueron unos siete u ocho, pero no hicieron ni un amistoso. Y así aumentó el conflicto.

-¿Está muy dura la negociación para llegar a un acuerdo en el finiquito?
-Mira, nos hemos acercado un poco. Me tuve que cambiar de ciudad, a Chiclayo, porque recibimos amenazas de muerte. Fue una abierta amenaza a nuestra integridad y a nuestras vidas. Ha sido todo muy negativo.

-¿Qué hace ahora en Chiclayo?
-Salgo todos los días caminar, porque no puedo trotar debido a que me duele la rodilla. Camino dos horas. Acá nos encontramos con Miguel Ángel Arrué (DT chileno radicado muchos años en Perú), quien se ha portado maravillosamente bien. Cuando se enteró de que estábamos con problemas, se consiguió mi número y me ofreció su ayuda. Él está a cargo de un proyecto social acá en la ciudad, con niños de escasos recursos.

-¿Y en qué ayuda?
-Cuando vienen los niños, le ayudamos a Miguel Ángel a ordenarlos, también ayudamos en hacer las canchas. Nos sirve para hacer algo, para no estar parados. Se supone que pronto iremos a Lima para solucionar este tema. Todo depende de un correo que me llegue.

-¿Se va a venir solo si soluciona el asunto o se puso una fecha límite para regresar?
-Yo, por mí, me habría ido qué rato. Pero si se cambia una coma del principio de acuerdo verbal que tenemos, yo me voy a ir a juicio. Sé que sería muy para largo, pero el señor (el presidente del club) es muy cambiante. Hemos hablado personalmente con él, luego con un intermediario y después él desautorizó al intermediario. Y ahora pusieron a otro abogado.

-¿Ve lejana la solución?
-Es que tiene que haber una solución. Si no, firmo con una abogada aquí para que me represente y chao, me voy. Ella me dijo, eso sí, que el juicio pueda durar hasta diez años. Yo le contesté que no me importaba, porque eso va a ser para mi jubilación.

-Por suerte, junto al PF Cristian Vial, no han estado tan solos en Chiclayo.
-Sí, y solo tenemos palabras de agradecimientos gigantescos para Miguel Ángel Arrué, a don José Hernández, quien es el dueño de la academia donde trabaja Arrué. El señor se ha portado muy bien con nosotros. También al profesor Fernando Seminario. Es gente muy correcta que se han pasado con nosotros. Si no fuera por ellos, estaríamos muy solos acá.