Una U muy opaca logró desnivelar sobre la hora

La contratación de buenos refuerzos, el regreso de Mauricio Pinilla, la renovación de Ángel Hoyos. Todo hacía presumir un momento brillante para Universidad de Chile, el campeón defensor. Pero el aura de gloria comenzó a eclipsarse en el estadio La Granja, aquel donde tuvo un ignominioso debut en segunda división hace 28 años, y donde este sábado logró un opaco triunfo por la cuenta mínima, con un penal sobre la hora.

Quizás lo que mejor grafique la gris jornada azul fue que casi no tuvo ocasiones de gol en todo el partido.

El primer tiempo fue raro, muy extraño, y que se condicionó en el cuarto de hora por las expulsiones de Matías Rodríguez y Nelson Rebolledo. Ambos laterales se agredieron en una jugada absurda y los dos equipos jugaron el 85 por ciento del partido con un hombre menos.

Las malas noticias de los azules no terminaron ahí. A la media hora, Yerko Leiva sintió un tirón y no pudo seguir jugando. Felipe Seymour apuró su estreno en el torneo y el esquema de Hoyos, ya sin dos piezas originales, no se mostró eficiente.

Curicó se vio mejor en esos momentos y tuvo un par de oportunidades en donde exigió a Johnny Herrera. La más clara de los albirrojos fue a los 39 minutos, cuando Canosa desvió un cabezazo desde el área chica luego que Herrera no atinara a salir a cortar el centro.

En el complemento, Hoyos sacó a Arancibia y envió al campo a David Pizarro. La U tuvo más intensidad, pero poca profundidad. La primera llegada al arco rival se produjo con un tiro libre de Beausejour, que pasó cerca.

La salvación azul parecía llegar a los 73 minutos. Hubo una mano Cristopher Díaz dentro del área curicana, pero el juez Gamboa no cobró el penal. Beausejour y Jara casi se comieron al árbitro y el zurdo se ganó la amarilla.

Beausejour tomó las banderas y se fue como puntero izquierdo. El seleccionado fue quien lideró los ataques del campeón, pero los azules seguían sin lograr hacerle daño al rival. Curicó, en tanto, le dio un par de sustos a Herrera, principalmente a través del argentino Ábalos. A 10 minutos del final, Hoyos envió a la cancha a Sebastián Ubilla en lugar del intrascendente Benegas.

A tres minutos del final, Díaz desestabilizó a Seymour y Gamboa sancionó el penal. David Pizarro tomó la pelota, frenó antes de golpearla, dejó al portero Santelices tirado hacia su izquierda, y definió a la derecha.

Fue el desnivel y el desahogo. En el minuto final hubo un nuevo penal, por falta de Canosa sobre Ubilla, pero esta vez Santelices detuvo el tiro del Fantasista, quien iba por su doblete.

Allí terminó la historia. Sin lucir ni brillar, la U cumplió con la tarea. Eso sí, dejó muchísimas dudas.