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La fórmula de Beñat

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La fórmula de Beñat
Aton

Si vieron jugar a Antofagasta cuando era dirigida por Beñat San José, no debería extrañar el modelo de la UC. Si vieron jugar al Bolívar cuando lo dirigía el técnico vasco, tampoco debería extrañar el desempeño de la Universidad Católica. El entrenador español cree en esta forma de juego. Y le funciona. Hasta ahora.

¿Juega mal la UC? No. Es posible que juegue sin brillo. Que no sea un equipo ofensivo. Que no genere demasiadas ocasiones de gol. ¿Eso significa jugar mal? Nadie que gana cinco partidos de manera consecutiva lo lograría si juega mal. Atacar todo el día y meter muchos goles no es la única forma de jugar bien.

Jugar bien también es no perder. Jugar bien también es ser aplicado. Jugar bien también es marcar. El equipo de Beñat hace algo poco común en nuestras canchas: marca. Lo hace en todo el campo. No se desgasta corriendo detrás de la pelota argumentado intensidad. A veces espera, pero recupera la pelota y sale rápido.

Jugar bien es recuperar el nivel de jugadores. Ampuero, Lanaro, Voboril, Llanos, Fuenzalida, Buonanotte, Diego Rojas. Todos están jugando mejor que el torneo anterior. En algunos casos mucho mejor.

Jugar bien es hacerlo mejor que tu rival. Es cierto que la UC ha ganado algunos partidos con lo justo, pero en los cinco que lleva hasta ahora, no ha sido superado ni en el trámite, ni en las ocasiones, ni en énfasis, ni en la propuesta. Hasta ahora, con apenas cinco fechas en juego, Universidad Católica ganó todos los partidos con justicia. Por mucho, por poco, pero con justicia.

Jugar bien es aprovechar el potencial que posee tu plantel. ¿La UC tiene jugadores para jugar de otra manera? ¿Sus futbolistas tienen características para modificar el esquema y con eso mejorar lo exhibido hasta ahora? Sospecho que no. Por eso debe aprovechar este vuelo, porque cuando lo afecten las lesiones, cuando tenga ausencias, le va a tocar perder. Y el ahorro conseguido sirve.

Jugar bien es comprometerse. Un nuevo técnico llega, dirige cinco partidos y los gana todos. Si eso no es convicción, no sé qué es.

No es lo ideal de fútbol. No es lúcido a la vista. No es muy ofensivo. Pero esta Católica demuestra que no existe una forma exclusiva de ganar. Beñat San José le agrega un matiz al debate futbolero, que a veces peca de uniforme, monocorde y excluyente.