U. de Chile - Colo Colo
Las 5 claves futbolísticas que definieron el Superclásico
Sin un juego exultante, los albos fueron superiores a su rival en el Nacional, gracias a un trámite que sacó máximo dividendo de las debilidades azules.
Colo Colo salió airoso del Superclásico en el Estadio Nacional. Los albos jugaron un partido consistente y, en el balance global, superaron futbolísticamente a Universidad de Chile para quedarse con la victoria por 3-1.
Comenzó mejor la U, lo que le permitió abrir la cuenta. Después Colo Colo equilibró las acciones y consiguió la paridad. En el segundo tiempo, la visita anotó en momentos cruciales, liquidando a su rival. Pero al margen del trámite, hubo cinco situaciones de índole táctica que resultaron clave en el desenlace del encuentro.
Superioridad en el mediocampo
En el eje de la cancha, el Cacique situó a cuatro hombres (Carmona, Baeza, Valdés y Valdivia) contra otro tres de la U (Pizarro, Reyes y Araos). La superioridad numérica fue evidente, lo que facilitó la tenencia del balón y también la recuperación de la pelota.
Pero no solo fue eso. Los albos se posicionaron mejor en la cancha: en ataque, el trío Baeza-Valdivia-Valdés se impuso al tándem Pizarro-Reyes; en defensa, la dupla Reyes-Araos no pudo ante la estructura Baeza-Carmona-Valdés.
Paredes vs Vaz
El paso de los años le ha restado despliegue y velocidad a Esteban Paredes. Sin embargo, esto también ha mejorado su compresión del juego. Hoy, el zurdo anota también por capacidad táctica y no solo por su gran talento.
Así, no sorprendió que el capitán albo se recostara en ataque hacia el sector del brasileño Rafael Vaz. El carioca no lo conoce a cabalidad y fue sorprendido en el segundo gol de Colo Colo. Se lanzó con todo sobre el delantero (no retardó la acción), pasó de largo y Paredes quedó con tiempo y espacio para intentar con un tiro de emboquillada por sobre Johnny Herrera.
Soteldo fuera de lugar
El venezolano Yeferson Soteldo actuó durante todo el primer tiempo como delantero por la derecha. Luego se movió hacia el lado izquierdo y generó mucho más peligro, convirtiéndose en una agente de riesgo para el Cacique.
Por este flanco, el llanero se siente más a gusto. Puede llegar a línea de fondo y tirar el centro. También encarar hacia el centro y desarticular a la defensa rival. Regaló un tiempo instalado en la derecha. Lejos también de Jean Beausejour, con quien genera buenas asociaciones de profundidad ofensiva.
Sin lateral izquierdo
A pesar de la inferioridad numérica por las expulsiones de Reyes y Beausejour, la U tuvo chances para emparejar el marcador. Sin embargo, estuvo por largos momentos al borde del precipicio, defensivamente hablando.
El local se quedó defendiendo solo con los dos centrales (Vilches y Echeverría). Por la derecha, Schultz actuó como lateral, pero concentrado únicamente en atacar. En cambio, en el otro flanco nunca hubo un marcador de punta. Justamente, por tal sector irrumpió en diagonal Baeza para sentenciar el partido con el tercer gol.
Triunfo albo en las bandas
La fortaleza del sistema 1-3-4-1-2 que emplea la U es el papel ofensivo que desarrollan los carrileros (Rodríguez y Beausejour). Colo Colo también venía utilizando volantes-laterales, pero esta vez Guede optó por transformarlos solo en marcadores de punta. Esto le dio resultados.
Más atrás en la cancha, Campos y Opazo esperaron de frente a los carrileros azules, a pie firme, y se impusieron defensivamente. Su faena en ataque fue dosificada y consistió en salidas veloces para ganarles las espaldas a sus adversarios. Sobre todo a Rodríguez, cuyos retornos a su zona para defender fueron lentos.