UNIVERSIDAD DE CHILE
Los 5 principios tácticos del modelo de juego de Kudelka
El DT aterriza en Chile con una propuesta que cautivó en Argentina. Sus equipos van al ataque repetitivamente y corren un riesgo que los hinchas deben tolerar.
Finalmente, los vaticinios que daban a Frank Kudelka como el principal aspirante a convertirse en el nuevo entrenador de Universidad de Chile se hicieron realidad. Bien tarde en la jornada de este jueves, el director deportivo Ronald Fuentes anunció el cierre del acuerdo con el DT argentino, quien asumirá la banca azul hasta el mes de diciembre de 2019.
Mucho se ha comentado acerca de cómo juegan los equipos conducidos por el técnico de 57 años, sin experiencias como futbolista profesional y con una trayectoria de tres décadas en las bancas trasandinas. Harto se ha dicho al respecto pero, profundizando en el modelo de juego que ostenta Kudelka, en lo central se observan cinco conceptos tácticos clave en el funcionamiento de sus equipos.
Sistema 1-4-1-2-3
El nuevo entrenador de la U permaneció en Talleres de Córdoba entre 2014 y 2018. En algún instante actuó con su equipo empleando el sistema de juego 1-4-4-2. Sin embargo, el esquema posicional que lo distingue es el 1-4-1-2-3. Así finalizó su brillante ciclo en el cuadro albiazul.
La operación de la última línea transcurre en los parámetros clásicos: actuar zonal, laterales de proyección alternada y centrales basculantes (con dinámicas de presión y cobertura) en la marca del atacante rival. El mediocampo lo integran un volante central y otros dos interiores, todos con características de generación de juego. La zona ofensiva la constituyen dos aleros y un hombre centralizado en pos de la finalización de la maniobra de ataque.
Ataque construido
En Argentina, la labor de Kudelka llamó la atención por su postura ofensiva (programar el equipo más para atacar que para la defensa). Pero también lo hizo por su predilección por manejar el balón con prolijidad. Nada de pelotazos frontales y sí mucha actividad con el tránsito del balón a ras de piso, mediante agresivas combinaciones.
En todo este aparataje técnico-táctico, un comportamiento ofensivo parece no transarse: salir jugando desde atrás. Si las condicones son favorables y si cada intento no se transforma en un peligroso ataque en contra, Kudelka exige que el balón vaya desde al arquero a los centrales y/o laterales por abajo, bien cuidado y con intención de avance, buscando la conexión con la línea media y el resto del equipo.
Amplitud y Ataque por la puntas
Ambos principios de juego se hermanan en su implementación en el trámite de un partido. Abrir la cancha (Amplitud) resulta indispensable para llegar por las costados (Atacar por las puntas) y materializar el proceso ofensivo. En las escuadras del flamante DT azul tales conductas son tendencia, por lo que definen un rasgo, que resulta predominante en su jugar.
Durante la fase primigenia de la elaboración ofensiva, el balón circula por el centro y el adelantamiento de los laterales los perfila como apoyos óptimos para darle Amplitud al juego. Luego, las combinaciones con los aleros o en su caso con el volante interior buscan la profundidad ofensiva para quedar en situación favorable de asistencia hacia los que acompañan por el centro.
Proyección de laterales y volumen de ataque
La labor de los marcadores de punta es muy importante en el modelo de Kudelka. Como se dijo anteriormente, intervienen en la parte inicial del juego por los costados y su dinámica se concentra en multiplicidad de maniobras de tocar y pasar para superar las primeras líneas de presión.
Con tiempo y espacio en las puntas para asistir mediante centros, al área llegan el centrodelantero, el alero del lado contrario, los dos interiores y, en segunda línea de ataque, el puntero de la zona de penetración. Si quien asistirá resulta ser el alero, el lateral respectivo asumirá su rol. En total, cinco apoyos con la misión de concluir la maniobra de ataque.
Presión en campo contrario
Defensivamente, Kudelka busca que la recuperación del balón sea pronta. Para ello, transita entre la presión tras pérdida y el achique de espacios en la mitad de cancha contraria, con la defensa situada en la línea medianera, apuntalando la actividad del resto del equipo.
En tal sentido, la elección es por defender en espacios amplios y atacar en espacios reducidos. Conlleva un gran riesgo, pues obliga a los defensores a cubrir vastas zonas. Si hay éxito en la recuperación de la pelota, los ataques son repetitivos. En caso contrario, la oncena retrocede en bloque para rearmar la estructura y achicar espacios cerca de su área. Siempre y cuando la progresión adversaria no haya concluido con una maniobra de ataque consumada.