La visita de los Maori All Blacks cumplió con las expectativas dando un gran show dentro del campo y también dejando mucho de qué hablar para los asistentes en el estadio.
El Hoko de bienvenida Representantes de la comunidad rapanui realizaron su ritual denominado hoko , diferente del haka neozelandés, mientras que l os Maori All Blacks observaron con atención la bienvenida, también utilizada para intimidar en las actividades deportivas. El público, por su parte, también lo disfrutó y aplaudió la danza.
Ovación para la visita Desde el haka hasta cada try de los neozelandeses fue aplaudido por el público asistente, que gozó con la experiencia de poder verlos en vivo. En general, la gente celebró cada jugada de ambos equipos, aunque los cánticos iban en apoyo a los Cóndores . Cada vez que la visita anotaba también se llevaba su aplauso correspondiente. Incluso Matt Lansdown , centro de los Maori All Blacks , quedó resentido tras una jugada y debió ser reemplazado siendo ovacionado al momento de abandonar la cancha.
Entretenidas pausas en los scrum Cada vez que ocurría una pausa para preparar el scrum , el público no estaba dispuesto a esperar de brazos cruzados, por más mínima que fuera la espera, y se las ingeniaba para entretenerse con cánticos y gritos de apoyo hacia los nacionales.
Show de medio tiempo Los asistentes se divirtieron poniendo atención a un entretenido juego que se dio en la cancha para hacer más amena la espera del segundo tiempo. La gente reaccionó como si fuera parte del encuentro oficial.
Momento tenso en San Carlos Tras una falta sufrida por Franco Velarde , el maorí Akira Ioane trató de acelerar el juego y terminó empujando a Nikola Bursic , quien también reaccionó con un empujón. Desde atrás, Velarde intentó darle un pelotazo a Ioane , que por suerte no conectó y el incidente no pasó a mayores. El público de San Carlos , en todo caso, se hizo sentir y reprobó el actuar de los involucrados con inmediatas pifias. El mismo Ioane siguió con una actitud hostil en el segundo tiempo y volvió a irse a los empujones con otros jugadores de los Cóndores , aunque también su actitud parecía soberbia, ya que solo reía mientras se metía en ese tipo de disputas.
La cercanía maorí Luego del encuentro, ambas escuadras dieron la vuelta a la cancha agradeciendo al público por el apoyo y algunos jugadores neozelandeses se acercaron a la gente para firmar autógrafos, tomarse fotografías e incluso regalar camisetas y zapatos utilizados durante el partido . Sin dudas un gran gesto.