La arriesgada apuesta de Rueda

Después del triunfo ante Ecuador escribí una columna donde dije que Reinaldo Rueda había encontrado el equipo. Pensé que a partir de esa formación, que también había derrotado a Japón, el técnico colombiano iba a construir el equipo. Craso error. Ante Uruguay el entrenador se la jugó con una formación con otros nombres y un nuevo esquema. Una apuesta difícil, arriesgada, porque Rueda pensó más en los cuartos de final que en el choque contra los uruguayos.

El partido estaba para empate, seamos sinceros. Desde el juego, desde las escasas llegadas a arco contrario por parte de ambos equipos, desde el dominio repartido, desde la intensidad. Chile resguardó a los futbolistas que estaban al borde de la suspensión por tarjetas amarillas. Armó una línea de tres con Medel, Jara y Maripán y respondió en la mayor parte del encuentro.

El capitán salió lesionado y la Roja perdió presencia y precisión para salir, pues su relevo, Igor Lichnovsky, posee otras características. Gonzalo Jara hizo un buen partido, pero se desconcentró en el único gol. Maripán terminó siendo el más incómodo, con el perfil cambiado en la marca. En el medio sumó como extremos a Paulo Díaz y Óscar Opazo. El primero le deja tarea difícil al DT, porque cumplió a cabalidad. El lateral de Colo Colo jugó en una posición que no es nueva para él, pero en la que no se mueve con naturalidad. Pulgar volvió a ser un punto alto, cuando Aránguiz bajó su nivel, Chile decreció. Alexis Sánchez y Eduardo Vargas crearon peligro, pero en maniobras más personales que colectivas.

Ahora vienen los cuartos de final. Rueda guardó futbolistas y podrán jugar, esa es la buena noticia. Algunos relevos le pusieron la tarea complicada al entrenador, porque cumplieron. Chile mostró que tiene una baraja versátil para jugar con diferentes esquemas. Pero se perdió y se enfrentará a Colombia, quizás el equipo más compacto de esta Copa América. El viernes sabremos si la apuesta de Reinaldo Rueda valió la pena.