La contundente posición de Braulio Leal en medio de la crisis
El avezado volante de Magallanes, al igual que otros futbolistas, no ha estado ajeno a lo que vive el país. "Es el momento de hacer transformaciones", dice.
Braulio Leal tiene ya 38 años y hace unos meses dejó Iquique para volver a Santiago e integrarse a Magallanes, en Primera B. En la capital ha seguido de cerca la crisis que afronta el país y, en sus redes sociales, ha emitido con claridad sus opiniones al respecto. Lo que también realizó el volante al atender el llamado de AS Chile.
"He vivido todo esto con preocupación, como la mayoría. Es un momento difícil, duro, por todo lo que está pasando. Nunca me imaginé que iba a tener esta magnitud. El descontento de la gente y la desigualdad son hechos claros. Todo en algún momento iba a explotar. Lo he repetido mil veces, los actos vandálicos al final terminan tapando un poco el malestar general que hay en el país. Son actos demasiado violentos y terminan tapando las demandas de fondo", afirma Leal.
-¿Cree que la gente ha logrado hacer esa diferencia?
-Sí, creo que sí. Si no hubiese sido así, no habrían durado tanto las protestas pacíficas, los caceroleos y un montón de otras cosas. También hay un llamado de atención para los medios de comunicación (sobre todo la televisión), que se enfocan principalmente en lo violento con imágenes constantes de los saqueos. Es una realidad que está pasando, pero se dejan en segundo plano las protestas de familias con niños en caceroleos, por ejemplo.
-¿Siente que es un fenómeno transversal?
-Totalmente, pues uno podría pensar que es algo solo de la clase media baja. He visto protestas en Providencia, Ñuñoa y Las Condes. Es un fenómeno transversal que afortunadamente no ha perdido apoyo. Las demandas de la sociedad están claras.
-¿Es el momento para realizar las transformaciones que el país necesita?
-Creo que es el momento. La élite política tiene una oportunidad única de hacer un cambio importante. Escuché las propuestas a corto plazo del gobierno y no creo que dejen contenta a mucha gente. Es un avance porque termina pidiéndole disculpa a la gente por años de abusos. Esto no tiene que ver con un sector político, porque hay gente que quiere sacar provecho de esto.
-¿Es un llamado de atención para toda la política?
-Siento que sí, para todos y no solo para la gente de derecha que le tocó estar en este gobierno. Son años y años de insatisfacción y sufrimiento de la gente, que se siente abusada. Tengo gente cercana a la que le toca vivir la desigualdad que existe. El viajar dos horas en la mañana y en la tarde para ir a trabajar, lo que no te da vida. Y a eso se suma un montón de abusos.
-¿Siente que el cambio finalmente resultará favorable?
-Quiero ser optimista y creer que la élite política entienda que necesitamos cambios estructurales. No basta con realizar una maquillada y decir vamos a aumentar un 20 por ciento las pensiones. Al final se está ocupando plata del estado, pero no se está acortando la brecha de desigualdad en temas como impuestos, por ejemplo… Es el momento donde puede haber un punto de inflexión y se termine con la brutal desigualdad que existe.
-¿Qué le parece que los futbolistas se estén involucrando directamente en el movimiento?
-Me parece que es lo correcto, porque nosotros somos ciudadanos también. Tenemos que tener nuestra opinión. Uno tiene que exponerse de alguna parte, no puede estar neutro siempre. Debemos tener opinión, porque el fútbol es un poco lo que puede pasar en nuestra sociedad. Se pueden juntar niños de distintos orígenes sociales y jugar. A eso hay que aspirar, que puedan juntarse niños de distintos estratos socioeconómicos a estudiar y relacionarse. Somos un país muy segmentado y lamentablemente no se puede dar esa mezcla.
-¿Cómo están viviendo en el plantel de Magallanes todo lo que está pasando?
-Lo comentamos harto. En el plantel hay mucha gente joven y a lo mejor no tiene el mejor poder de opinión que otros. Las nuevas generaciones a veces están preocupadas a veces de otras cosas, pero en este tema hemos estado preocupados. Los más chicos tienen su opinión y a veces discutimos. Es una realidad que está pasando a nivel nacional. Se conversa día a día y me parece que la gran mayoría apoyamos el movimiento sin la violencia que ha tenido.