Entrevista AS | Matías Campos Toro
"Cuando jugaba me llamaban 20 veces por día; ahora con suerte lo hace mi señora"
El ex lateral de Audax y la U, entre otros, repasa su carrera, su paso por la Roja y analiza de manera cruda cómo cambia la vida de un futbolista.
En 2020, Matías Campos Toro estuvo a un paso de la MLS, pero la crisis provocada por el coronavirus lo frenó a poco de partir. Es por eso que se mantiene entrenando solo a la espera de una nueva oportunidad en el fútbol. Sobre dicha profesión, hace varias reflexiones que comparte con AS.
"Cuando estaba jugando me llamaban 20 veces al día y ahora que no tengo club con suerte me llama mi señora. Hasta con la familia pasa. Te deja de llamar gente, desaparece porque capaz que ya no valgo lo mismo comercialmente, pero quizás ahora con la empresa valga más. Amigos tengo pocos, pero los conocidos que te llamaban seguido desaparecieron todos. Cuando le hice el gol a Paraguay explotaba el teléfono, pero eso no me mareó nunca. Mi papá era un hombre muy claro para decir las cosas y siempre tuve los pies sobre la tierra", dice.
- A propósito de la Roja, ¿qué recuerda de ese partido donde anotó en el Nacional?
- Fue un día soñado, nunca se me va a olvidar. Y el gol... esa pelota iba a entrar como fuese, con las ganas y la motivación que tenía, tenía que ser gol sí o sí. Cuando te das cuenta que hiciste un gol en la Selección piensas en todo lo que pasaste, en los compañeros que tuviste, la carrera que uno hizo.
- ¿Se arrepiente de algo en su carrera?
- No, para nada. Soy un agradecido de la vida. Vengo de una familia de clase media, nunca tuve la obligación de sacar una familia adelante, pero sí tenía mis sueños por cumplir. Agradezco todos los momentos que me ha dado el fútbol, buenos y malos, he disfrutado todo. Estoy casado con la mujer que me acompañó desde juveniles, tengo una hija maravillosa. No puedo decir 'la carrera que me farreé', pero sí que uno toma buenas o malas decisiones. Pensar de esa forma es como autoflagelarse. Mi estilo de vida es seguir adelante y chocar con un tren si es que es necesario.
- ¿Qué es lo que más valora de su etapa como futbolista?
- Mucha gente piensa que solamente juego fútbol, hasta en la propia familia pasa. Pero uno tiene otras cosas. Saco lo mejor de todo: estuve en Italia, aprendí muchas cosas para la vida, porque siempre te dicen que el fútbol es hasta los 35 años y después queda una vida por delante. Son muy pocos los que pueden decir que no van a hacer nada después del fútbol. Tenga o no la estabilidad económica, siempre tengo ganas de aprender y hacer cosas.
- ¿Le genera ansiedad tener que esperar para tener un nuevo club?
- No me voy a desesperar, porque sé lo que puedo dar. Si realmente voy a llegar donde me quieran y crean que seré un aporte, lo seré. Hoy busco eso. Ya he hecho una carrera maravillosa, con altos y bajos, pero no siento que el fútbol me esté dejando, sino que me está dando un respiro.
"Sentí poco apoyo en Wanderers"
El año 2019 fue muy duro para Matías Campos Toro. Si bien profesionalmente consiguió el título de la Primera B con Santiago Wanderers, el zurdo terminó la temporada fuera de la citación en el cuadro de Valparaíso, lo que se sumó a su pronta salida de Universidad de Chile tras estar solo un semestre en el club. Sin embargo, hubo un tema extradeportivo que lo golpeó mucho más: la dolorosa lucha que dio su padre contra el cáncer. Hoy recuerda esa dura etapa.
"Mi papá falleció en septiembre, pero venía con un cáncer terrible hace años, entonces mi cabeza, mi foco, estaba en otra parte. Yo decidí irme de la U porque me lo propusieron, pero creo que fue una muy mala decisión irme a Wanderers. Más allá de salir campeón, que fue algo muy lindo, siento que fue mala porque mi cabeza estaba acá en Santiago, con mi papá y de cierta manera lo único que esperaba era que él descansara", revela Campos Toro.
"Fue un muy mal año, porque había tenido unas temporadas anteriores muy buenas en Audax antes. No fui lo suficientemente fuerte para llevar eso. Mi papá era un hombre muy rudo y verlo tan mal, me descolocaba mucho. Yo estaba en otro lado", añade.
Campos Toro reconoce que en su momento le dolieron algunas situaciones vividas en el club de Valparaíso. "Hubo situaciones que a uno no le gustan, pero también te pones desde el otro lado y prefieres no juzgar a nadie sin tener la versión de la otra parte, pero sí, me sentí solo. Fallece mi papá, me dieron permiso por ello y después no jugué más. Está bien, mi rendimiento no era bueno, es entendible también, pero desaparecí hasta de la citación. Para mí lo que pasó ya no tiene ninguna importancia. Hoy estamos en otro momento".
- ¿Qué piensa hoy de lo que le tocó vivir?
- Uno tiene que aprender de esas cosas. Imagínate si más adelante soy entrenador y un jugador está pasando lo mismo... lo sabré afrontar. Mucha gente no empatiza con los demás, muchos técnicos son así. Primero hay que ser buena gente antes que lo técnico. Yo sentí poco apoyo en Wanderers y la verdad no fue un buen paso. Sí se consiguió el objetivo.