El déficit oculto que pone en entredicho la labor de Dudamel
Las cifras, en una variable clave del juego ofensivo, descendieron significativamente tras la llegada del DT, lo que puede explicar por qué los azules no ganan.
En Universidad de Chile la esperanza estaba puesta en que, con la llegada de Rafael Dudamel, el desempeño de los azules en el terreno de juego mejoraría y, con ello, la amenaza de perder la categoría quedaría atrás. Sin embargo, ninguno de los objetivos se ha cumplido: el fútbol de la oncena no entusiasma y este viernes disputará un duelo clave ante Coquimbo por evitar el partido por el tercer descenso a Primera B.
Comparación inevitable
El venezolano ha dirigido a la U en 11 partidos y, a estas alturas, la comparación con el desempeño de Hernán Caputto resulta inevitable. En 2020, el anterior DT estuvo en la banca azul en 17 partidos oficiales, por lo que el escenario vivido por ambos entrenadores no es tan diferente.
A primera vista, la comparación de ambas gestiones del plantel arroja como dato excluyente la distancia en el porcentaje de rendimiento. Cuando el ex DT de la Roja Sub 17 dejó el cargo, los azules exhibían un 51% de eficacia en la disputa de los puntos del Campeonato Nacional. Hoy, Dudamel registra un 39,4% de rendimiento, una disminución detectable a muy simple vista. Que a la U le cuesta ganar resulta evidente.
En otras variables que son clave en el desempeño de un equipo, las diferencias no logran ser significativas y el panorama ahora se mantiene más o menos similar a cómo venían funcionando los azules con Caputto en la banca. Por ejemplo, el promedio de tiros al arco rival ascendió solo de 10,3 a 11,5 y los disparos oponentes hacia la portería propia también se incrementaron, de 10,2 a 11,4. Pequeñas variaciones.
Diferencia crucial
Sin embargo, el gran cambio hacia la baja que se detecta, y que además puede tener un rol preponderante en el repunte futbolísticos no concretado, guarda relación con un aspecto crucial del funcionamiento ofensivo de la U. Esto tiene que ver con los tiros necesarios para convertir un gol y la incidencia que esta variable ejerce en la efectividad del ataque del conjunto azul.
Con Caputto, los azules anotaban luego de 6,3 remates y en la actualidad solamente lo consiguen después de 11,5 disparos. Tal panorama por supuesto que repercute en la eficacia ofensiva que hoy exhibe la U: de un 16% llegó solo a un 8,7%. Tal vez, en esta variable clave del accionar ofensivo pueda estar una de las causas de por qué los azules no han materializado el repunte que se esperaba con Dudamel.