En 2018, Fernando Vergara optó por interrumpir su labor continua como DT en Primera División , aceptando la oferta de Puerto Montt para asumir en Primera B, hoy categoría de Ascenso. El técnico nacional dejó atrás una década en la máxima serie, con etapas en Unión Española, Huachipato y Antofagasta, entre otros clubes, y se sumergió en una competencia con su propio mundo. Luego pasó a Magallanes, pero intespectivamente tuvo que dejar el cargo. De esto y muchas otras vivencias en el segundo nivel del fútbol chileno dialogó el DT nacional con AS.
Vergara partió abordando su sorpresiva salida de Magallanes: "Tuve desavenencias con una persona del cuerpo técnico que era muy cercana al presidente del club y tuve que partir. Quiero recalcar que tomé al equipo en caída (registraba solo un triunfo en la segunda rueda en 2020) y nosotros ganamos dos, empatamos tres y perdimos dos. Eso nos dio la posibilidad de entrar a la liguilla y quedamos afuera lamentablemente en el último partido contra Puerto Montt. Se jugó bien, pero esto es fútbol y no se nos dio el resultado. Tenía una ilusión grande en la estructuración del plantel, con la presencia de varios chicos jóvenes, y la forma de jugar".
-¿Qué evaluación realiza del paso por Magallanes? -Siempre hago evaluaciones positivas, tanto de las experiencias buenas como de las malas, para no volver a cometerlas. En el caso de Magallanes, me quedó una linda experiencia. En el momento en que estuvo, se estructuró un trabajo y me preocupé también de estructurar una forma de jugar que contemplaba chicos muy jóvenes. Aposté por ellos, me la jugué por ellos y el equipo jugó en gran parte muy bien. Lamentablemente, no quedamos en la liguilla por cosas del fútbol, porque creo que el mejor partido lo hicimos en Puerto Montt y lamentablemente no se pudo.
-¿Se ilusionó con la posibilidad de disputar el segundo ascenso a Primera División? -Claro, tenía mucha ilusión, porque haber sembrado tantas cosas podía haber cosechado cosas importantes respecto de la evolución que tenían estos jugadores jóvenes. Estaba trabajando muy bien y pensaba que esto iba a tener muy buenos frutos. Lamentablemente, la experiencia y la emoción en contra que tengo, y la pena que tengo, la frustración que tengo, es que no lo pude desarrollar.
-Antes dirigió a Puerto Montt. ¿Qué le ha dejado este paso por el fútbol del Ascenso? -Mira, lo de Puerto Montt fue muy positivo. Tomamos el equipo a un punto del descenso en la segunda rueda del campeonato del 2018 con nueve partidos por jugar de visita. Era un desafío súper difícil y súper importante, porque casi se iba del profesionalismo Puerto Montt. Llegamos, trabajamos muy duro y logramos la permanencia. Se obtuvo también, porque batimos un récord importantísimo que es el de partidos ganados como local. En ese campeonato, ganamos los seis partidos sin ningún gol en contra y eso nos permitió quedarnos en la categoría.
-Eso le permitió extender su trabajo para la temporada siguiente. -Claro, al otro año, en cuatro ocasiones estuvimos primeros, fuimos protagonistas de un campeonato muy duro, porque había muy buenos equipos. Justo en el momento en que perdimos un par de partidos, vino el estallido social y no se puedo jugar más. Pero lo dejamos metido en la liguilla, yo no participé porque se me terminaba el contrato y en ese momento el club tenía elecciones de presidente.
-Un mal momento para partir. ¿Qué sucedió? -Estaban impugnadas las elecciones (de la nueva directiva) y en ese momento no se podía renovar con nadie. Pero conseguimos el objetivo, de permanecer en la categoría, ser un equipo protagonista. Hicimos una Copa Chile extraordinaria contra Colo Colo, valorizamos jugadores, rentabilizamos el club con la venta o préstamos de jugadores. Fue un año muy bueno en lo profesional y en lo personal también, porque es una zona que me encantó mucho.
-¿Sigue abierto a la posibilidad de continuar dirigiendo en la categoría? -Sí, porque yo en algún momento lo dije que el pecado que, a lo mejor, he cometido es que no evalúo el lugar a donde voy. Siempre con la confianza de que con el trabajo iba a lograr las mejores cosas, incluso cuando las cosas están mal. Me pasó con San Marcos que íbamos últimos y terminamos clasificando a la liguilla de la Copa Sudamericana, llegando a la final en ella. Me pasó en Iquique que también estaba en zona de descenso, me pasó también en Huachipato que estaba en zona de descenso.
-¿Asume sin problema el riesgo? -Nunca en mis desafíos, cuando llegué a un club, pensé en el porvenir que podía tener, siempre fui nomás confiando mucho en mi trabajo. Generalmente, me fue bien, pude sacar rendimiento y zafar del descenso. Voy donde me llamen, donde me quieran y más que nunca pienso que la confianza que depositan en uno tiene que estar en un 100 por ciento, porque eso es la base para que te vaya bien.
-¿Es muy distinto el jugador de Primera División al del Ascenso? -Yo creo que tiene cosas distintas. Las motivaciones, el convivir con la presión, saber qué lo presiona y qué lo motiva, el saber cómo llegar más al jugador. Hay cosas que son diferentes y otras que son como todo futbolista. Lo importante es tener la experiencia y en el caso mío siempre tuve la posibilidad de llegar bien a los clubes.