"Bernedo nunca abandonó... De chiquito quería ser arquero de la UC"
José Ovalle, quien entrenó al joven guardameta, contó detalles del camino al primer equipo de la figura ante Iquique en la Copa Chile: "Es muy trabajador".
Un héroe inesperado tuvo la dramática clasificación de Universidad Católica a octavos de final en la Copa Chile. Los cruzados empataron 4-4 con Iquique y por penales se impusieron por 9-8 con Vicente Bernedo, debutante arquero estudiantil, cumpliendo un rol destacado tras ingresar en los últimos minutos. Atajó el lanzamiento que significaba el triunfo de los nortinos y el adiós de su equipo del torneo, por lo que el guardameta, de 20 años, recibió todos los abrazos en San Carlos de Apoquindo.
José Ovalle, ex preparador de arquero de la UC, entrenó a Bernedo por cerca de un lustro y, en diálogo con AS, reveló aspectos desconocidos del nuevo portero cruzado. "Estoy muy contento por él, por su familia, esto lleva mucho tiempo. Vicente lleva 10 años en el club, entonces me alegré mucho por él, porque pudo resolver muy bien una instancia más encima muy importante. Era un penal decisivo ese y también fue la única pelota que tocó. Es un aliciente, una motivación, para que siga en lo que está", manifestó Ovalle.
- ¿Cuáles son las principales características de Bernedo en la portería?
- Es un arquero con un muy buen biotipo físico, rápido para la estatura que tiene, es de muy buenos reflejos y lo otro es que es muy perseverante. Es muy trabajador Vicente y sin duda que eso le va a ayudar mucho a crecer. Tiene unas condiciones innatas. Yo lo recibí con 11 años y ya mostraba condiciones de arquero. Había que pulirle ciertas cosas, pero él ya tenía destrezas sobresalientes como arquero. Aparte de eso, es muy futbolizado, vive y respira fútbol. Eso le va a ayudar mucho.
- Humanamente, ¿qué nos podría contar del nuevo arquero de la UC?
- Es tranquilo, de bajo perfil, no es de eso jugadores puntudos con una personalidad muy sobresaliente. Es relativamente introvertido, es también muy receptivo, escucha mucho. Él tiene una cabeza para un deportista, que recibe muchos consejos, que te escucha, que valora lo que uno le trata de enseñar. En ese aspecto, él va bien encaminado.
- ¿Qué proyección le ve usted?
- Bueno, la proyección es incierta, porque va a depender de las posibilidades que tenga. Por muchas cualidades que hayan, si el medio no permite poder desarrollarlas, es difícil. Han llegado muchos más arqueros, con más o menos condiciones que Vicente y no han tenido la posibilidad de desarrollarlas. El potencial está y el trabajo no tengo dudas de que igual se ha hecho, pero falta lo otro, las oportunidades. Falta que él tenga la posibilidad de poder mostrar todo lo que se ha preparado durante tanto tiempo.
- ¿Es un avance para él que, al menos, ya esté considerado como tercer arquero del plantel?
- Sin duda que sí, pero no es determinante. En los últimos años, siempre hubo un tercero y hasta un segundo arquero de la UC y no ha debutado. El último que debutó, creo, fue Miguel Vargas y en un partido me parece que también jugó Álvaro Ogalde, pero han sido cosas puntuales. No ha habido en el tiempo algún arquero que pueda jugar. Es difícil y ojalá que este no sea un caso más. Que tenga posibilidades y que pueda desarrollarse.
- ¿Lo entrenó durante mucho tiempo en el fútbol formativo de Católica?
- Yo trabajé con Vicente durante cinco años. Estuve con él desde el 2011 hasta el 2016. Fíjate que su desarrollo fue un poco más lento que el de otros. Extrañamente tuvo un retraso en su crecimiento físico, en la Sub 13 y en la Sub 14 era como el más chico. Él tiene un hermano gemelo, el Toño, y él medía un metro ochenta y Vicente medía un metro setenta. Le costó mucho desarrollarse físicamente y hubo momentos en que pasó a segundo plano.
- ¿Y cómo reaccionó en esa etapa compleja?
- Mira, no siempre le fue fácil, no siempre estuvo por sobre sus compañeros. Después su perseverancia y su biotipo –tiene un lindo físico para arquero- le permitieron marcar diferencia con el resto. Y lo otro importante es que nunca abandonó, porque hay muchos chicos que cuando ya no son número uno empiezan a entusiasmarse con otras cosas. Pero él no, desde que lo conocí, de chiquito él quería ser arquero de la Católica. Tenía el horizonte muy claro a los 12 años.