Juan Pablo Vojvoda atiende a AS justo después de celebrar un nuevo triunfo en Brasil . Su institución, Fortaleza Esporte Club, ha conseguido varias alegrías en menos de dos meses. El argentino llegó en mayo, ganó el torneo estadual dos semanas después y ahora lucha en los primeros puestos del Brasileirao. "Todo ha sido muy rápido", dice en diálogo con AS. El entrenador está contento y animado, pero sabe que tiene poco espacio para el festejo.
"Desde que llegamos, hemos jugado cada tres días. Me gusta, porque el campeonato brasileño es así. El único problema es que tenemos viajes largos. Es poco tiempo, pero ha sido todo un desafío para nosotros", relata el técnico. Vojvoda vive días felices, tal como ocurrió en el fútbol chileno durante la temporada pasada, cuando disputó el título con La Calera hasta las últimas fechas.
- ¿Cómo se gestó su llegada a Brasil? - Me comunicó la gente de Fortaleza. Tuvimos unas reuniones vía zoom y a partir de esas conversaciones, empecé a trabajar en el conocimiento del plantel. Se llegó a un acuerdo y todo fue en unas semanas. A los tres días ya estábamos jugando.
- ¿Y cómo avanza el aprendizaje del portugués? - No lo hablo bien, pero intento llegar a los jugadores. Estoy aprendiendo en el día a día. No es fácil, pero sé que es parte de nuestro trabajo.
- ¿Está feliz con su estadía aquí? - Conseguimos muy rápido el título (Campeonato Cearense). Jugamos cinco o seis partidos, con tres clásicos incluidos. El estadual tiene mucho valor para los brasileños, así que también fue importante para nosotros. El Brasileirao es muy competitivo, pero estamos recién empezando. Solo llevamos ocho fechas. Además, es una nueva manera de trabajo...
- ¿Cómo así? - Hay poco tiempo de recuperación, porque tenemos un nuevo partido cada tres días. En ese tiempo tenemos que organizar cada encuentro. Hay que ingeniárselas con el análisis del duelo jugado, combinado con el del próximo rival. Esa es una nueva manera de trabajo para nosotros.
- Olé lo mencionó como el DT sensación de Brasil. ¿Lo siente así? - (Ríe) No lo siento así todavía, porque este proceso lleva muy poco. Los resultados ayudan, pero yo tengo un perfil bajo. Quiero seguir así. Lo había manifestado en Chile, porque prefiero que hablen mis equipos, antes que hablar yo.
- ¿Qué diferencias notó entre el fútbol brasileño y fútbol chileno? - En el fútbol chileno también me tocó jugar seguido. La organización fue muy buena, porque era un año muy difícil, por la pandemia. En Chile se apostaba mucho por el juego. Veíamos equipos que intentaban siempre.
- ¿Y en Brasil? - Tiene jugadores muy importantes en todos los equipos y a partir de las individualidades, genera una competencia más fuerte a nivel equipo. También acá hay equipos más poderosos en cuánto a lo económico. Eso es un desafío para todos.
- ¿Extraña algo de Chile? - Chile es un país hermoso. La he pasado muy bien, porque vivía en una zona muy buena: el sector de La Calera y teníamos el predio muy cercano a Concón, así que es un lugar hermoso para vivir. Lo hemos disfrutado.
- ¿No piensa volver a la medicina aún? - No, nada (ríe). Solamente el fútbol. Mi vida profesional está aquí.
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