El silencioso dolor que vive un goleador de Ñublense: "En agosto pensé en el retiro"
Hace más de un año que Mathías Pinto lucha con una rebelde pubalgia y dudó sobre seguir en la actividad pese a tener 23 años. "No tenía ganas de ir al kinesiólogo".
Mathías Pinto (23) fue uno de los héroes de Ñublense en el ascenso que el cuadro de Chillán consiguió como campeón de la Primera B 2020. Llegó a mitad de torneo y fue vital para que los 'Diablos Rojos' subieran. Marcó nueve goles en 12 partidos.
"El 'profe' (Jaime García) es mi padre futbolístico. Puedo llamarlo a cualquier hora para contarle mis cosas y él lo mismo conmigo. Eso sí, hay una línea que separa su rol como entrenador y el mío como jugador. Ahí yo acato todas sus decisiones. Él sacó mi mejor versión futbolística cuando fuimos campeones en la B y me llamó para que volviera al club después de mi paso por Coquimbo. Con la gente de Ñublense estoy muy agradecido", dice Pinto en conversación con AS Chile.
Su regreso a Primera comenzó de buena manera, pero una lesión truncó todo. Incluso, lo hizo pensar en una compleja decisión.
"Empecé bien el campeonato, pero después me fui desvaneciendo por una lesión con la que estoy conviviendo hace un año y medio. Muy poca gente sabe que me tuve que infiltrar, me puse plaquetas... es un proceso difícil. Estoy volviendo de a poco", indica.
"Los hinchas no saben muchas veces lo que uno tiene que pasar o hacer por el club. Uno lo que más quiere es jugar. Sicológicamente me desanimé, quise dar un paso al costado", revela.