Manuel López ilusiona a Copiapó

Deportes Copiapó quiere jugar por primera vez en la serie de honor del fútbol chileno. Sus futbolistas lo demuestran en la cancha y con Manuel López a la cabeza todo se hace más fácil. El atacante volvió a marcar este miércoles, en la semifinal de vuelta de la Liguilla de Ascenso, ante Puerto Montt, y su equipo accedió al juego decisivo. El duelo concluyó 2-2, pero el 3-2 en el global favoreció al León de Atacama.

La primera mitad fue dominada por Copiapó. El cuadro nortino se generó las llegadas más claras y, en base a eso, sacó la mejor versión de Fuentealba, el meta rival. El ex La Serena despejó un remate de distancia de Romo, voló frente a un misil de Luna, le ganó un mano a mano a López e incluso le atajó un penal a Jaime.

Hasta los 31', la actuación del fornido Fuentealba era maravillosa, consagratoria, de ensueño. Sin embargo, al minuto siguiente, López logró amargarlo. Tras un córner de Luna y una serie de rebotes, el ariete celebró con un toque de zurda en el área chica. El arquero, que en la acción igualmente sumó otra tapada, se lamentó.

Para colmo, sus compañeros tampoco le respondieron. A los 42', y luego de un envío notable de Romo, Durán pasó de largo en un duelo con López y este no perdonó. El argentino terminó eludiendo a Fuentealba y festejando el 3-0 en el global. Todo era fiesta en Copiapó, merced a su gran figura.

En el complemento, Puerto Montt mostró todo lo que le faltó en la etapa inicial: actitud. Quizás su juego no fue vistoso, pero si hay empuje, algo distinto puede resultar. Y así fue como el Velero logró marcar un descuento a los 56', cuando Castillo solo debió empujar el balón tras un pase de Ojeda.

El gol disparó el ánimo de los sureños, quienes siguieron buscando. A los 71', un cabezazo de Opazo paralizó el ambiente, pues pareció que el arquero Fernández se quedó con la pelota más allá de la línea de sentencia. Sin embargo, el juez no advirtió nada irregular en la jugada.

De todos modos, esa acción no iba a ser la última que Puerto Montt tendría en ofensiva. A los 78', Castillo aprovechó una desinteligencia de la zaga local y marcó la igualdad. Con ello, el forastero quedó a tiro de empatar la llave y, con ello, la ilusión crecía. La banca del Velero, enloquecida, alentaba a sus jugadores.

Copiapó, por su parte, se impacientaba. Y todo pudo ser un calvario a los 90+6′, cuando un tiro de Ortega se dirigió al pórtico de Fernández. Sin embargo, para suerte de Erwin Durán y compañía, el palo los salvó. El cierre fue de locos y el León de Atacama terminó clasificando a la final de la Liguilla. Ahora aguarda por Deportes Temuco o Santiago Morning.