Estrella chilena en Europa y ahora oficialmente abogada

La estrella de la selección chilena de hockey césped, Manuela Urroz, se ha transformado en una de las deportistas nacionales más importantes de los últimos años, consagrándose en las mejores ligas de Europa y clasificando junto a Las Diablas al primer Mundial de su historia. Sin embargo, esta trayectoria deportiva la llevó a retrasar su título profesional, pese a tener sus estudios completados.

"Manu" conversó con AS respecto a su historia y el camino que tuvo que recorrer para compatibilizar competir como una de las mayores exponentes del hockey mundial y llevar su carrera académica.

Retrasándose por el deporte

Manuela Urroz entró a estudiar a la Universidad Católica en 2010 y en 2015, cuando se encontraba estudiando para su examen de grado, se fue a jugar a Bélgica. Aunque pudo rendirlo y aprobar a finales de ese año, la hockista explicó que “uno de los requisitos para ser abogado es realizar la práctica para la Corporación de Asistencia Judicial, pero durante seis meses ininterrumpidos y yo nunca estuve seis meses en Chile después del 2015, porque venía entre temporadas, tenía viajes con las Selección. Entonces, nunca pude hacer la práctica y seguía siendo licenciada, pero no abogada”.

"Manu" recién encontró la posibilidad de avanzar con esto en el 2020, ya que a raíz de la crisis sanitaria por el Covid-19 se habilitó la práctica online, por lo que pudo optar por esta modalidad para cumplir con ese proceso pese a sus viajes entre Chile y Bélgica.

Tras esto, Urroz estuvo varios meses fuera del país por sus responsabilidades deportivas, así que no podía presentar los papeles para jurar. Eso, hasta que llegaría el punto de clímax en sus dos carreras casi en simultáneo.

Consolidación profesional y deportiva

La compatibilización de llevar una carrera académica y ser seleccionada chilena fue compleja, pero ambas eran cruciales para Manuela Urroz. Ella explica que “siempre quise estudiar Derecho en la Católica y claramente quise sacar la carrera lo más rápido posible, porque también soñaba con irme a jugar a Europa, era mi sueño y la verdad es que quería terminar la carrera antes de irme o los estudios al menos, y siempre supe que la única forma de hacerlo era organizándome para compatibilizarlo con todo. Fue duro…”.

En esa línea, Urroz agrega “tuve poca vida universitaria, tuve que estudiar mucho, me gustaba ir a clases, así que también volaba de un lugar a otro para llegar a entrenar y cumplir con la universidad. En mi casa siempre tuvieron bien claro mi objetivo de ser profesional, de ser abogada y de llegar a ser una deportista de alto rendimiento. Creía que era posible con organización y disciplina, así que la verdad es que pude compatibilizar todo. Se demoró un poquito en llegar el título de abogada, pero yo sabía que iba a llegar en el minuto adecuado y que en el fondo ya había hecho la parte más larga y más dura”.

Y efectivamente llegó en el momento perfecto para la vida de Urroz, ya que mientras se centraba en la mayor alegría deportiva de su carrera, clasificando junto a Las Diablas al primer Mundial de su historia, se llevaba a cabo el proceso administrativo para que finalmente se recibiera como abogada días después.

Sobre esos días de éxitos en el ámbito deportivo y profesional, la hockista asegura que “fue una semana de muchas emociones , estábamos con la clasificación recién, habían muchas sensaciones a flor de piel y era un día que había esperado hace mucho tiempo. Fue una felicidad enorme haber podido recibir el cartón finalmente, decir que soy abogada, ya no más licenciada…por 6 años fui licenciada esperando ser abogada, así que la verdad fue pura felicidad”.