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Entrevista As

Ex seleccionada chilena sufrió acoso callejero en el Caribe: "Fue asqueroso"

Natalie Lubascher, ex seleccionada de nado sincronizado que hoy reside en República Dominicana, relató el incómodo episodio e insistió en constatar siempre.

Ex seleccionada chilena sufrió acoso callejero en el Caribe: "Fue asqueroso"

Natalie Lubascher se agotó del acoso callejero. La ex seleccionada chilena de nado sincronizado, hoy retirada de la disciplina y residiendo en República Dominicana, sufrió un desagradable episodio en la nación caribeña con un guardia de una tienda comercial. Por lo mismo, decidió hacer pública su molestia en su cuenta de Instagram @kelleynata, en la que subió un video relatando el suceso, además de utilizar el hashtag #Educa1Hombre en la descripción.

"Más que pelear con todos, es educar. Y en eso podemos ayudar todas y todos. La sociedad entera es responsable", señala la también ingeniera agrónoma, en diálogo con As. El video sumó más de 2.500 reproducciones y recibió el apoyo de varias mujeres que manifestaron haber pasado por algún acontecimiento similar.

- ¿Qué fue lo que gatilló que decidiera hacer pública su molestia?
- Fue una sumatoria de cosas, que no partieron en Domicana. En general, son cosas que una como mujer va arrastrando, explotas en algún momento y te dan ganas de hacer algo al respecto. Quizás no tenga tanto impacto, pero vale la pena decirlo. En mi caso, me pasó con un guardia de IKEA, que me tiró unos besos asquerosos cuando yo estaba saliendo de la tienda. Imagínate, en pleno horario laboral, o sea, ningún pudor. A mí ya me había pasado antes y siempre los encaro, nunca me quedo callada, pero ahora pensé "no, este no se la va a sacar gratis". Así que esperé 15 minutos, hablé con el supervisor y le conté, y me sentí súper escuchada. Él guardia me decía que no era para mí, y mentira. Así que lo encaré ahí mismo. El supervisor me dijo que iban a tomar medidas. A mí me impresionó el nivel de impunidad, porque el guardia cree que ni siquiera ahí, en su labor de trabajo, le va a pasar algo. Generalmente no queda ninguna constancia de esos comportamientos, y creo que hay que empezar a denunciar.

- Si bien es cierto, que en Chile ha disminuido el acoso callejero, aún existe. ¿Allá en República Domicana es todavía más frecuente?
- Sí, mucho más. Lo que sí, en Chile me han dicho cosas mucho más horrorosas y me he sentido más incómoda. Aquí lo hacen como en automático, por decirlo de alguna forma, pero nunca me han dicho cosas tan terribles como en Chile. Por darte un ejemplo, cuando voy a bailar, y bailo con algún hombre que no conozco, me he sentido súper respetada, porque realmente quieren bailar, además que lo hacen increíble (sonríe). Pero después del baile termina todo con un "OK, nos vemos después". Entonces, depende mucho del contexto. En Chile es verdad que ha habido un cambio heavy en cuanto al acoso callejero, pero en un contexto de salir a bailar, lo paso mucho mejor acá que en Chile, hasta donde te insultan si dices que no.

- ¿Qué consejos podría dar a cualquier mujer que se sienta vulnerada en la calle?
- Uno, tener muy claro que el tema no es culpa tuya. Hay muchas mujeres que se avergüenzan, que tienen un sentimiento de culpa, y la responsabilidad recae en él, no en ti. Con eso claro, uno ya puede estar en posición de encararlo, siempre y cuando sea un contexto seguro, obviamente. Eso también es importante. Es nuestro deber como mujeres empezar a hacer algo al respecto. Y si está la posibilidad de ir donde un superior y que quede una constancia, hay que hacerlo. No la pueden sacar gratis, porque es una agresión, y si todos lo dejamos pasar, se normaliza. Si todas y todos nos podemos de acuerdo, reaccionamos y nos encargamos de hacer que ese hombre que acosó, se entere y se eduque, obviamente va a haber un cambio.

- Vimos que recibió varios mensajes de hombres responsabilizándose, en parte, por la situación, y hasta pidiendo disculpas. ¿Qué opina de eso?
- Lo encontré bacán, me sorprendió de linda forma. Varios hombres me decían "a mí me da vergüenza" o "antes yo veía como un amigo se reía y yo también lo hacía, y entendí que eso es avalarlo y ser cómplice"... esas cosas son una evolución. Otros me decían que sentían vergüenza porque tienen madre, hermanas. La gente sí puede cambiar, por eso soy tan insistente con el tema de decir algo. Hay mucha gente que dice "no, es que es un tema cultural", y creo que es una excusa tan barata. La cultura también se puede cambiar, pero no solo con el apoyo de mujeres, sino que de hombres también, que condenen el comportamiento de otros hombres.

La nueva vida de Lubascher alejada de la actividad

La multimedallista chilena es, además, ingeniera agrónoma de la Universidad Católica, especializada en enología, y hoy ejerce como gerente comercial de Manuel González Cuesta, una importadora y distribuidora de vinos.

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"Me encanta mi trabajo, es una locura, súper desafiante. Distribuimos bebidas y alimentos aquí, ha sido una experiencia increíble. Me ha tocado aprender muchas cosas, trabajar con equipos grandes de gente y estoy feliz con mi decisión. El acoso es un tema puntual que, lamentablemente, te ensucia el día, pero la gente dominicana es súper amable, súper alegre, buen anfitrión. También conocí a un grupo de amigos extranjeros que, al estar en mi misma situación, al final terminan siendo tu familia. La isla también es increíble. Las playas paradisíacas son una locura".

- ¿Y ha podido practicar nado o lo dejó un poco de lado?
- Hubo un tiempo que estuve entrenando en el Olímpico, que sería como el Estadio Nacional acá. Después me contactaron desde la Federación de Nado Sincronizado, pero es algo que está muy en pañales. Me gustaría poder ayudarlos. Y estoy aprendiendo a surfear, soy muy mala (risas), pero mucho menos mala que harta gente, eso sí. Al ser un deporte acuático, es una ventaja. El timing es difícil y eso se aprende con experiencia, pero el equilibrio también te lo entrega el nado sincronizado, y eso me ayuda. Hoy es el deporte perfecto para practicar.