De marcar un gol por partido en Europa a poner dos pymes por necesidad
Patricio Paredes supo lo que es la gloria en las categorías de ascenso de Austria, siendo goleador absoluto de su equipo y división.
Patricio Paredes tiene 29 años. Antes de la pandemia, brillaba en tierras europeas, marcando casi un gol por partido en el First Viena FC de las categorías de ascenso de Austria. En la temporada 2018/19 marcó 35 goles en 39 encuentros, promediando 0,9 goles por partido y consagrándose como goleador absoluto de la categoría. En la 2019/20, antes de que la pandemia paralizara al mundo entero, Paredes mantuvo ese rendimiento, llegando a marcar 15 tantos en 17 duelos.
Hoy, con casi dos años alejado de las canchas profesionales, está enfocado en otras cosas, aunque, asegura, fue por necesidad. Dos pymes son su sustento y el apoyo de amigos y Constanza Sepúlveda, su esposa, han sido fundamentales para mantenerse entrenado y enfrentar su situación actual: "Quiero volver al fútbol sea como sea, para poder demostrar lo que sé hacer y lo que hice en Austria".
-¿Cómo está actualmente?
-Estoy como agente libre después de mi instancia en Austria, donde me fue muy bien. Tenía un acuerdo de volver y renovar por dos años más, pero producto de la pandemia no se pudo concretar por varias cosas: los visados me llegaron fuera de plazo, tarde para la inscripción de campeonato y también sobre algunas cláusulas, como que si llegaba tarde, el contrato quedaba nulo. Entonces hubo varias cosas relacionadas principalmente a la pandemia que me jugaron una mala pasada.
- ¿Buscó club en Chile?
- Acá en Chile no pude llegar a acuerdo con nadie. Creo que en el último tiempo el mercado se ha manejado con pitutos, con los amigos de los amigos, por así decirlo. De hecho, lo primero que te preguntaban era con qué representante estabas.
- ¿Y qué ha hecho en este tiempo?
- Tuve que reinventarme rápido, porque obviamente hay una familia detrás y hay que generar, así que hoy estoy trabajando con unas pymes personales. Una es de frutos secos y otra de entrenamientos personales, funcionales y de fútbol. Si no sale nada en el fútbol, pretendo continuar con el año de carrera que me queda en el INAF para ser entrenador.
Aventura en Austria
Patricio Paredes fue sondeado por el First Viena tras sobresalir en la liga universitaria de Chile, cuando cursaba la carrera de entrenador en el INAF, en un receso del fútbol profesional que se tomó. Fue goleador del campeonato y, a pesar de tener ofertas del fútbol chileno, decidió emigrar a Austria.
- ¿Cómo fue ese cambio de Chile a Austria? ¿Le costó la adaptación? Usted venía de jugar a nivel universitario...
- Fue todo muy rápido. De un día para otro ya tenía que viajar.Y bueno, más que un cambio en cuanto a lo futbolístico, lo que más sentí fue el cambio de país, de estilo de vida. Fue un cambio rotundo en ese sentido. Austria es un país que hace todo bien. En cuanto a cultura y su gente… Ese fue el cambio drástico y también el idioma, porque sin saber mucho inglés, me fui a un país donde hablan alemán y sin saber nada tuve que adaptarme rápido.
- ¿Y pudo aprender alemán?
- Sí, aprendí bastante. Además, al llegar allá ellos te ponen como obligación aprender el idioma. Al mes de llegar ellos mismos me pagaban clases de alemán.
- En una entrevista mencionó que en Chile no tuvo muchas oportunidades por su estatura. ¿En Austria es un tema la estatura de los jugadores?
- Sabes que no. La verdad es que yo tenía un prejuicio, debido a lo que viví en el fútbol chileno, porque, me sentí varias veces discriminado. Yo soy súper autocrítico cuando no hago las cosas bien, pero la verdad es que siempre marqué diferencias, siempre metí goles en entrenamientos y partidos y eso no se veía reflejado o valorado después a la hora de los partidos. Varios técnicos me dijeron ‘Pucha Pato, voy a inclinarme por este otro jugador porque me da más garantías en el juego aéreo y físico’, siendo que a veces no eran más técnicos o más efectivos que yo.
- ¿Y en Austria cómo fue?
- Por lo mismo, cuando me salió la oportunidad de Austria pensé que me iba a pasar lo mismo allá, que me iban a ver y decir ‘no, este no me sirve, lo voy a tener que poner por la banda o más retrasado’, pero la verdad es que nunca me pasó nada así y jugué siempre de nueve. La estatura no les importó para nada. De hecho, me decían que mis movimientos eran astutos y que tenía buen rechazo para marcar de cabeza a pesar de mi estatura. Jugué todo el torneo de centro delantero, que para mí fue una sorpresa enorme por lo que había vivido acá en Chile.
