Rojas se estira desde el suelo y con la punta de los dedos le toca la pelota para enviarla al corner. Los peruanos no lo podían creer. Yo tampoco.
PorLeopoldo Iturra
Rojas se estira desde el suelo y con la punta de los dedos le toca la pelota para enviarla al corner. Los peruanos no lo podían creer. Yo tampoco.