El Cacique hizo la tarea en San Carlos y es líder junto con la U

Colo Colo tenía toda la información a mano. Sabía que la U había empatado, que Santiago Wanderers había ganado y que si no sumaba de a tres ante Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo, se quedaba fuera de la fiesta por el título, justo cuando el DJ estaba colocando las mejores canciones y el ambiente se prendía al máximo.

No fue inconveniente para el Cacique que, fiel al pragmatismo que ha evidenciado este torneo y al favoritismo de los hinchas, hizo la tarea una vez más. Y, como le viene ocurriendo las últimas semanas, con una buena dosis de emotividad.

Esteban Paredes, evidentemente disminuído, se lo perdió a los seis minutos y también a los 15'. Pero en esta última, su pifia en el área chica descolocó al Cristián Álvarez, quien anotó el autogol que le dio la ventaja a los albos. El Huaso, quien no marcaba en propia puerta desde hace más de una década, se quería morir. Por la fatalidad futbolística y porque sabía que desde ese momento el equipo de Héctor Tapia tenía el escenario que le es más cómodo: administrar una ventaja.

La UC, que acumula inseguridades varias en un semestre desastroso, se aventuró sobre la portería de Justo Villar, pero sin claridad. A la hora del finiquito, los cruzados se vieron timoratos. Y a la hora de defender, dejaron a sus seguidores como si hubiesen visto una película de terror.

En la reanudación, Mark González madrugó a los colocolinos en el área chica e incluso se agachó para poder cabecear y anotar el tanto del empate. En el génesis de la jugada, un tiro libre centro de Tomás Costa, una bomba de ruido cayó en el arco de los albos y afectó al portero Villar. Todos los colocolinos se fueron contra el juez Eduardo Gamboa para pedirle la anulación del gol y la suspensión del encuentro.

Seis minutos después, Justo Villar cayó al suelo, al parecer impactado por un proyectil. Pese a la insistencia de los visitantes para que terminaran el partido, el juez decidió seguir jugando.

Cuando la cosa se veía compleja para el Cacique, debido a que los cruzados comenzaban a perderle el respeto y a creerse en cuento, Jaime Valdés eludió rivales en la entrada del área y despachó un zurdazo pegado al palo, que encontró floja resistencia del arquero Franco Costanzo, y que marcó el desnivel.

Colo Colo volvió a encontrar el escenario que le es más cómodo. Héctor Tapia, consciente de que había que resguardar el rancho, comenzó a arroparse. Claudio Baeza entró por Vecchio, Claudio Maldonado por Flores y Sebastián Toro por el Pajarito Valdés.

La UC, por el contrario, mandó a la cancha a Ribery Muñoz, Darío Botinelli y el grandote Ramiro Costa, para tratar de darlo vuelta en los ocho minutos de descuento. Pero no fue suficiente. Colo Colo sacó la tarea y la UC mantuvo la tónica en un torneo para el olvido.

Colo Colo puntero, el sueño que pareció imposible de conseguir en algún momento, se concretó este domingo en San Carlos de Apoquindo.