El paso de Gabriel Vargas por Argentina: "Fue un retroceso"
Tras jugar en Atlético Patronato, el goleador fichó en Curicó con la misión de conservar la categoría. "El futuro lo veo con bastante optimismo", dice.
Un poco menos de un año duró la experiencia de Gabriel Vargas en el fútbol de Argentina. En agosto pasado, el goleador dejó Universidad de Concepción y fichó en Atlético Patronato, club de la primera división trasandina. Anotó un tanto y no pudo obtener tanta regularidad en el equipo.
Por eso, Vargas optó por regresar al fútbol chileno. Fue una de las primeras incorporaciones de Curicó. Ya lleva varias semanas entrenando en el plantel, que es dirigido por Luis Marcoleta, DT que extendió su ciclo en el club tras el ascenso desde Primera B.
“Me siento bien, estoy bastante motivado. Conocía al profe y a algunos nuevos compañeros. Hemos jugado algunos partidos amistosos y el futuro lo veo con bastante optimismo. Estoy feliz por volver al fútbol chileno. Me he sentido bastante cómodo y espero hacer un buen semestre”, manifiesta Vargas a AS Chile.
-¿Qué balance realiza de su paso por Argentina?
-Uno siempre saca cosas positivas. Lo favorable es que me encontré con un campeonato bastante competitivo, muy luchado, con una dinámica que no se ve acá en Chile. Sin embargo, en lo personal no quedé contento. No jugué mucho en el segundo semestre y la verdad es que siento que fue un retroceso. No fue un paso positivo.
-¿Qué pudo haber incidido en la evaluación desfavorable?
-Es que el equipo jugaba solo con un delantero. Y este era un tipo de un metro noventa de estatura. No se jugaba mucho colectivamente desde mitad de cancha, era mucho al pelotazo. Se me hizo muy difícil. Estaba más acostumbrado al fútbol a ras de piso o a un juego más elaborado. Como en el fútbol argentino los equipos no grandes tienen que luchar por salvarse, se juega mucho a la desesperación.
-¿De todas maneras, igual valora la experiencia de haber pasado por ese fútbol?
-Sí, eso da un plus. También tuve la posibilidad de jugar contra River Plate. Pude jugar contra Racing además, equipos que uno solo los ve por la tele. Son equipos que marcan diferencias y la verdad es que no me vi ni menos ni más que ellos. Vi todo muy parejo. A eso se suma la experiencia de vivir cosas que antes no las había vivido.
-¿El ritmo de juego en Argentina es la gran diferencia con el fútbol de Chile?
-Sí, pero hay equipos que juegan bastante bien y tienen mucha dinámica colectivamente. Pero si tengo que elegir, me quedo con el fútbol chileno. Acá se juega mucho más fútbol. Allá, es mucho más dinámica, más luchar y mucho roce. Sacando cinco o seis equipo que hacen diferencias, tratando de jugar, los demás lo hacen al pelotazo, yendo a luchar la segunda pelota. Acá se dice que se juega lento pero, viéndolo bien, todos tratan de jugar al fútbol.
-¿No le interesó buscar otra oportunidad allá mismo en Argentina?
-No, porque también la familia no lo estaba pasando muy bien. Mi decisión también pasó por eso. Firmé por un año y medio en Curicó y las expectativas son aportar al equipo y ojalá marcar goles. Voy a trabajar para eso. Sé que así va a ser. Soy un jugador bastante perseverante y veo un equipo competitivo, que sabe a lo que juega. También está un técnico que yo sé que me va a sacar rendimiento.
-¿Por qué regresó a Curicó? ¿Tuvo posibilidades en otros equipos o no hubo interés?
-Algo hubo, pero el primero en acercarse fue Curicó. Estaba pasando un momento en el que no me sentía bien y tomamos la decisión en familia. La decisión la tomé en seguida y no fue una decisión apurada ni alocada. Estoy agradecido de la gente de Curicó. No estoy arrepentido.
-¿El objetivo inicial es conservar la categoría?
-Sí, Curicó tiene un plantel con muy buenos jugadores. Confío en que vamos a hacer un buen semestre. Tengo mucha confianza en el equipo. Llevo tres semanas entrenando y veo un equipo que sabe a lo que juega. Eso es muy importante.