FIFAGate
El día que Sergio Jadue se escapó a Estados Unidos
Un 17 de noviembre del 2015, y mientras la Roja perdía en Uruguay, Sergio Jadue, en ese momento presidente de la ANFP, dejaba Chile para sumarse a la investigación del FIFAGate como testigo protegido.
"Sergio Jadue deja el país y viajó rumbo a Miami". Así se tituló la nota de la inesperada y casi cinematográfico viaje del ex directivo de la ANFP a Estados Unidos. Mientras la Roja perdía con Uruguay en Montevideo, se destapaba uno de los escándalos más grandes en la historia del fútbol chileno y una de las aristas del caso de corrupción de la FIFA llamado FIFAGate.
Días antes de ese 17 de noviembre del 2015, Jadue había regresado al país, supuestamente después de unos días en Brasil. Sin embargo, con el tiempo se develó que había ido a Estados Unidos a negociar su colaboración con el FBI.
"En la ANFP no sabían de este viaje. Recuerden que a mí no me pagan y viajé por un tema particular, que no tenía porque informarlo. Acá hay algo detrás, investiguen quién está detrás, qué compra viene ahora, qué se quiere hacer con el campeonato nacional. Acá soy el que pongo cordura y eso a algunos no les gusta", señaló un molesto Jadue en su arribo. Cinco días después dejaría el país.
Los rumores decían que Jadue podía renunciar en cualquier momento. El tema llegó hasta Jorge Sampaoli, que antes del duelo con Uruguay y después de un sorpresivo empate ante Colombia, debía contestar preguntas sobre la continuidad del directivo.
La crisis estaba desatada. Con el tiempo se supo que en medio de ese ambiente, se negociaron los millonarios premios que la ANFP le debe pagar hoy a los jugadores por las Eliminatorias a un Mundial que no se clasificó.
"Jadue pide permiso y dejaría la ANFP", se escribió el 13 de noviembre, el mismo día que la PDI llegó hasta la ANFP para pedir declaraciones e incautar información. El dirigente ya le había anunciado a sus cercanos que viajaría a Estados Unidos. El escape ya estaba planeado y con dineros del organismo rector del fútbol.
La directiva intentaba llevar calma, tanto a los presidentes de los clubes como al cuerpo técnico de la Selección, pero nada tranquilizaba al medio. La sensación de que algo muy malo sucedería estaba en el aire. Y pasó.
Martes 17 de noviembre del 2015. La Roja perdía 1-0 ante Uruguay. Cerca de las 20:30 horas, Sergio Jadue llegó al aeropuerto. Los medios ya se habían enterado de su viaje, fijado para las 22:35. "Me voy de vacaciones unos meses...", fue de lo poco que se le entendió a un demacrado directivo. Es cierto, ya lleva 24 meses de vacaciones en Miami.
En la sala de embarque vio los otros dos tantos de Uruguay. O quizás no. Sergio Jadue ya estaba preocupado de su nueva vida como colaborador del FBI.
El día siguiente se comenzó a revelar todo. Las despedidas secretas, las renuncias, las mentiras. El fútbol mundial nunca más sería el mismo y un chileno estaba inserto en uno de los escándalos de corrupción más grandes del deporte.
Hoy Jadue sigue a la espera, pero el juicio ya empezó. Alejandro Burzaco está detallando todos los que recibieron sobornos y el último en sumarse, en un lejano 2012, fue Sergio Jadue Jadue.