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Colo Colo campeón

Así fue el camino de Colo Colo para conseguir el título 32

Victorias importantes en momentos complicados y ante rivales directos, marcaron el semestre de un Pablo Guede que en más de una oportunidad fue cuestionado.

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Así fue el camino de Colo Colo para conseguir el título 32

Varias situaciones complejas debió superar Colo Colo en el Torneo de Transición. El equipo dirigido por en más de una ocasión cuestionado Pablo Guede, vivió momentos difíciles, pero los sacó adelante con la jerarquía y calidad de sus jugadores.

El smestre comenzó muy complicado, porque los albos recibían una inesperada derrota en el primer partido por Copa Chile el 9 de julio, por 4-1 ante La Serena en la Región de Coquimbo.

Los dos tantos de Mosquera, más el de Suazo y el de Becica, hacían tambalear la permanencia de Pablo Guede en la banca alba. De hecho, los rumores de la partida del entrenador antes del inicio del Torneo del Transición, y también una airada crítica del argentino reconociendo que el partido fue "una vergüenza".

El gran triunfo ante Universidad Católica en la Supercopa el 23 de julio parecía reflotar las esperanzas colocolinas. Jaime Valdés fue la figura de un partido que comenzaron perdiendo por el gol de Benjamín Kuscevic, pero lograron darlo vuelta con dos tantos de Paredes, uno del mencionado Valdés y otro de Andrés Vilches.

Tras clasificar en la Copa Chile dando vuelta en un polémico partido el complejo resultado ante La Serena, el Transición comenzó con un empate sin goles ante Antofagasta, una ventana en la victoria como visita por 3-1 ante O'Higgins en Rancagua y un empate ante Palestino 1-1.

El juego de Colo Colo no convencía y nuevamente aparecieron las críticas principalmente a Pablo Guede, las que se acentuaron tras la derrota en casa ante la Universidad de Concepción el 19 de agosto por 1-2.

Huentelaf y Manríquez anotaron para la UdeC, y Orellana anotó un descuento que no sirvió para evitar una fuerte derrota, que incluso pudo salir más cara para los albos, luego de que el juez Julio Bascuñán dejó pasar una clara agresión de Julio Barroso a Walter Ponce, y un planchazo de Jaime Valdés sobre Huentelaf que debió haber dejado a ambos suspendidos para el clásico de la semana siguiente ante Universidad de Chile.

Renacer post clásico

Nuevamente, en el momento más complejo de Colo Colo, el equipo albo sacó un gran resultado en un partido importantísimo. Fue el 27 de agosto cuando venció por 4-1 en el clásico a la Universidad de Chile, día en que el triplete de Paredes más el tanto de Valdés, aportaron para mantener la supremacía en el Monumental.

Sin embargo, la sorpresiva eliminación de Copa Chile nuevamente trajo dudas. El recientemente descendido a Segunda División Profesional, le ganó los dos partidos a Colo Colo tanto en el Ester Roa (3-2) como en el Monumental (0-2).

Guede nuevamente estaba en la línea de los cuestionados, y el empate 1-1 ante Iquique el 9 de septiembre no mejoró la situación.

En ese momento, tras el receso por las Fiestas Patrias, hubo un cambio en los albos, un cambio en su línea futbolística. Colo Colo se volvió un equipo pragmático, que dañaba en los momentos justos, y eso le trajo resultados partiendo por el del 22 de septiembre en el 3-0 ante San Luis, duelo en el que renació la figura de Óscar Opazo, luego a la semana siguiente en el clásico ante la UC (1-0), y tras eso a Santiago Wanderers (2-0), resultado que le permitió alcanzar el liderato del Torneo.

Desde ahí, de los cuatro partidos antes del definitivo ante Curicó Unido, sólo perdió uno, el polémico encuentro en Temuco que terminó con Guede, su ayudante y Paredes expulsados, por 1-0.

En los otros tres partidos enfrentó a equipos que peleaban por el título y los derrotó a todos, partiendo por Audax Italiano (3-0 en la Florida), Unión Española (5-2 en el Monumental), y el reciente triunfo ante Everton en Viña del Mar (3-2).

Así, para obtener esta nueva estrella, Colo Colo supo lidiar con un semestre irregular y con muchos cuestionamientos, mostrando primero jerarquía en partidos claves, y también un cambio futbolístico menos arriesgado, pero más efectivo.