Arcos
Con Valdivia es otra cosa
Colo Colo no pudo con Curicó en el primer tiempo. El equipo de Jaime Vera sorprendió con una presión alta y una coordinación en las coberturas sin ripios durante toda la primera parte. Al final de la fracción inicial el equipo de Héctor Tapia insunuaba adelantar sus líneas, pero sin generar mayor riesgo. Cualquiera que mirara el partido llegaba a la misma sentencia: a los albos les faltaba Jorge Valdivia.
La presencia del 10 es tan importante en el equipo de Héctor Taía que modifica las acciones de su equipo, pero también las del rival. No es que Colo Colo hubiera jugado mal en el primer tiempo. El fútbol es un juego de dos equipos que se enfrentan, una competencia de oposición. Si Colo Colo no encontró la ruta en los 45 iniciales, fue porque Curicó no se lo permitió.
Cuando entra el Mago cambia todo. La salida de Pavez por lesión, por paradójico que suene, le sivió al Cacique para ordenar la mitad de la cancha. Le sobraba un volante de marca. Contra Unión La Calera empezó jugando con tres volantes de corte en el medio. Contra Curicó terminó jugando con uno solo, Carlos Carmona. Valdés se fue a la derecha, Pinares a la izquierda, Valdivia de enganche y dos puntas marcados. La presencia de Valdivia, su panorámica de juego, el hecho de ver cosas que el resto no puede ver, le abrió la senda a los blancos en un duelo cerrado.
Esteban Paredes y Lucas Barrios no hicieron un gran partido. Se vieron erráticos con el balón de los pies y algo desconectados. Pero son goleadores. Tienen un poder de fuego que los hace distintos. Tan evidente es esta característica que ambos anotaron los goles en los dos partidos de este regreso al campeonato.
Colo Colo está a seis puntos de los líderes, Universidad Católica y la Universidad de Concepción. Aún es una distancia considerable. Entremedio aparecen Calera y Antofagasta, con campañas formidables. Pero cuando los albos se acercan, la presión se siente.
El aporte de Valdivia es demasiado influyente en la competencia local, pero a nivel continental Colo Colo necesita un fondo colectivo más sólido y persistente. Ese es el camino a explorar por Héctor Tapia antes de enfrentar a Corinthians por Copa LIbertadores. Y no es poco.