El fracaso de los "grandes" en la búsqueda del consenso

Cuando Pablo Milad declinó presentarse como candidato a la presidencia de la ANFP, el bloque opositor a la gestión de Arturo Salah se quedó sin candidato. Al mismo tiempo, perdió varios votos que hasta ese momento tenía asegurados, porque San Marcos de Arica, Cobreloa y Coquimbo Unido, más un par que está por oficializar su postura, decidieron exteriorizar su lealtad con el único postulante formal que hay en este instante: Harold Mayne-Nicholls.

Juan Tagle, presidente de la UC, integrante del bloque opositor y quien hace un par de meses estaba perfilado como candidato al sillón de Quilín, tuvo una reunión el miércoles por la tarde con dos integrantes de los clubes oficialistas: Jorge Uauy, de Palestino, y Miguel Bejide, de Santiago Wanderers, según confirma El Mercurio. La idea era buscar un consenso entre los dos bloques, contar con un candidato único e incorporar a dos representantes de los clubes grandes en el futuro directorio. El asunto no prosperó.

En el oficialismo no les gustó la idea. Los postulantes propuestos como candidatos no satisficieron. "No eran nombres que conciten el consenso y que tampoco veamos con la capacidad de ser presidente", dijo un dirigente del G-8. Tampoco les gustó que debieran dejarles dos cupos en el directorio a la UC y la U (a Colo Colo lo habían dejado afuera), y menos que hubiese un tercero para dirigentes asociados a la empresa Factor One, con la que varios clubes del fútbol chileno mantienen deudas.

La bajada de Francisco Ceresuela también dejó huérfano al oficialismo. El ex presidente de Unión Española era un nombre que pudo juntar a ambos bandos. Hoy no descartan la posibilidad de que un integrante del directorio actual vaya como candidato. De acuerdo con los estatutos, los únicos que podrían ser presidente son Sebastián Moreno y Gaspar Goycoolea. Las negociaciones políticas del fútbol siguen y el futuro es una gran incertidumbre.