El fracaso internacional derriba el mito de los torneos largos

Una de los motivos para cambiar el formato del campeonato chileno a torneo largo en 2018, era que iba a mejorar el rendimiento de los equipos nacionales en las copas internacionales.

Con más tiempo para modificar programaciones y aumentar el descanso de los jugadores, además se esgrimía que los equipos iban a llegar con más fútbol en el cuerpo para las rondas finales.

Lo cierto es que los resultados no avalan esta tesis. En 2018, sólo Colo Colo superó el umbral de octavos de final y cayó en cuartos de Copa Libertadores ante Palmeiras de Brasil. Los otros siete cuadros se quedaron antes en el camino, tanto en Libertadores como en Copa Sudamericana.

Este 2019, la situación fue más dramática. Chile es el único país del continente que no metió ningún equipo en octavos de final. Los ocho equipos fracasaron, incluyendo a Universidad Católica y Palestino, que tuvieron dos chances de avanzar a esa instancia, primero en Copa Libertadores y luego en Copa Sudamericana.

Los números indican que el fracaso internacional de los clubes chilenos, no es un problema de formato de campeonato. La última vez que más de un equipo nacional avanzó a octavos de final fue en 2012, con tres escuadras. Universidad de Chile fue semifinalista de Libertadores y luego alcanzó cuartos de Sudamericana, torneo en que Universidad Católica terminó entre los cuatro mejores.